El Ministerio Público Fiscal anunció que cuatro de los cinco imputados en el caso de abuso sexual contra Silvia Cabañares han dado positivo en las pruebas de ADN, en comparación con las muestras tomadas a la víctima.

Los cinco acusados enfrentan cargos de haber abusado sexualmente de Silvia Cabañares en mayo de 2023, y la prórroga de su prisión preventiva fue decidida en una audiencia realizada en la Ciudad Judicial.

El fiscal del caso planteó que las pruebas de ADN realizadas dieron positivo para cuatro de los cinco imputados. El caso implica a la mujer que, tres meses después de ser víctima de abuso sexual, fue asesinada y su cuerpo fue encontrado en Balsa Las Perlas, en la provincia de Río Negro. La investigación del femicidio está a cargo del Ministerio Público de Río Negro, y por el momento, no hay indicios de que ambos casos estén relacionados.

En la audiencia, el fiscal argumentó que el riesgo de fuga que condujo a la imposición de la medida de coerción por dos meses aún persiste, por lo que solicitó una prórroga de cuatro meses.

Patricia Jure, dirigente de ATEN Capital, afirmó en Radio 7 que “la causa es por la violación en grupo, no por el femicidio en si. Cinco detenidos y hay cuatro resultados positivos pero faltan más pericias. Faltan testimoniales. Hoy, hasta los abogados de los imputados se los vio comprometidos por la situación por la cantidad de pruebas que hay. El femicida está entre estos imputados, estamos seguros”.

Los imputados enfrentan cargos por abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de involucrados. La teoría del caso provisional es que el abuso sexual ocurrió el 14 de mayo de 2023 en un taller mecánico y de venta de autopartes ubicado en el barrio Confluencia, donde uno de los acusados invitó a la víctima a comer un asado y la sometieron a abuso sexual después de darle pastillas y bebidas alcohólicas.

A pesar de que el lugar donde ocurrió el abuso sexual fue allanado y no se encontraron indicios de muerte violenta, la investigación sobre el abuso sexual continúa. Inicialmente, la investigación se centró en la expareja de la víctima, pero las pruebas recopiladas no respaldaron su participación en el crimen, lo que llevó a su liberación.

La falta de respuestas y avances en el caso preocupó a los familiares de Cabañares, quienes decidieron presentarse como parte querellante en el proceso. La investigación tomó un nuevo rumbo cuando se descubrió que la víctima había presentado una denuncia por abuso sexual en mayo, lo que resultó en los cargos y la prisión preventiva para los cinco acusados.