Un devastador incendio se desató en la Escuela 164 de Caviahue, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de los bomberos locales. Las llamas comenzaron alrededor de las 22 horas y, debido a las condiciones del terreno tras las intensas nevadas, los bomberos enfrentaron grandes dificultades para llegar al lugar.
Ivana Olivares, vecina del lugar, relató: «El fuego más o menos empezó tipo 9:30 de la noche. Se veía como una pequeña llamita en la zona del jardín de infantes». Según Ivana, la caldera de la escuela, que ya tenía muchos años y presentaba problemas recurrentes, fue el origen del incendio. «Todos los años tiene este problema de que se echa a perder, la emparchan, la vuelven a arreglar y bueno, así empezó ahí el foco de incendio», explicó.
Pasadas las 23, los bomberos aún no lograban controlar el fuego, viéndose obligados a solicitar apoyo del cuartel de Loncopué. Los vecinos comentaron que la autobomba tardó más de 10 minutos en llegar debido al hielo y la nieve en los caminos, lo que complicó la situación. Ivana añadió: «Se le complicó muchísimo al autobomba del pueblo llegar, cuando logró llegar ya había mucho fuego».
A pesar de la rápida respuesta, el camión de bomberos con capacidad para 2.000 litros de agua no fue suficiente para contener las llamas en sus primeras etapas. Esto ha generado preocupación en la comunidad educativa de la escuela, quienes temen que las pérdidas sean totales debido a la propagación incontrolada del fuego.
El estado de los caminos también afectó la llegada de apoyo adicional. La ruta hacia Caviahue presentaba condiciones difíciles que retrasaron aún más la intervención de más unidades de bomberos. Ivana destacó: «La cantidad de nieve que hay en las calles complicó la llegada de los refuerzos. Los vehículos que no son 4×4 se quedaron encajados».
La comunidad observó con preocupación el riesgo potencial del sistema de gas en la escuela, aumentando el nivel de urgencia y peligro. La incertidumbre sobre cuánto tiempo más tomaría controlar el incendio mantenía a los residentes en estado de alerta. Ivana, quien vive frente a la escuela, señaló: «Todavía se ve un poco de fuego en una de las salas, pero aparentemente ya está todo controlado. Los bomberos trabajaron toda la noche».
Finalmente, la situación subraya la necesidad de mejorar la infraestructura y los recursos de emergencia en zonas propensas a condiciones climáticas adversas, para evitar que futuros incidentes se conviertan en tragedias de igual magnitud. Ivana concluyó: «No se sabe cómo seguir. Anoche era todo tristeza y bronca. Las clases se suspenden hasta nuevo aviso».