El sindicato docente ATEN ha convocado a un paro de 48 horas en rechazo a la recientemente aprobada ley de presentismo. Esta medida se llevará a cabo el lunes 22 y el martes 23 de julio, coincidiendo con el regreso a clases después del receso invernal, y será acompañada por una marcha provincial en la capital neuquina.
El paro es la primera respuesta directa de ATEN a la ley de presentismo, que establece un incentivo monetario para los docentes con baja tasa de inasistencias. La norma, promulgada por el Ejecutivo provincial, fue ampliamente respaldada por la Legislatura y estipula que los docentes que no excedan tres faltas trimestrales recibirán un adicional del 15% de su asignación salarial. Este incentivo, que comenzará a reflejarse en los haberes de septiembre, ha sido una de las causas principales del conflicto.
ATEN ha manifestado que la ley descalifica el trabajo docente y afecta mayormente a las mujeres, quienes representan el 90% del cuerpo docente y sobre quienes recae la mayoría de las tareas de cuidado familiar. Además, el sindicato sostiene que la medida incrementa el costo de realizar paros, ya que, además del descuento por día no trabajado, los docentes perderán el nuevo plus salarial.
El paro, decidido en un plenario de secretarios generales y respaldado por asambleas de base, incluye también reclamos históricos del gremio: mayor presupuesto educativo, escuelas seguras, cumplimiento de acuerdos en mesas técnicas, y el rechazo al impuesto a las ganancias aplicado a los salarios más altos.
La movilización se concentrará a las 11 en el monumento a San Martín, en la capital neuquina, y se replicará en diversas localidades del interior. ATEN ha advertido que el conflicto continuará si no se retrocede con la implementación de la ley de presentismo.
En este contexto, la ministra de Educación, Soledad Martínez, ha afirmado que la ley es obligatoria desde el 1 de julio y que el Consejo Provincial de Educación está registrando las inasistencias para su aplicación. No obstante, la oposición del gremio docente es fuerte y pone de relieve las tensiones entre el gobierno provincial y los trabajadores de la educación.