El 1° de agosto se celebra en muchas regiones de América Latina el ritual de la caña con ruda, una tradición que busca ahuyentar los males del invierno y atraer la buena suerte. Esta práctica se entrelaza con el Día de la Pachamama, dedicado a honrar a la Madre Tierra. Aquí te contamos más sobre este ritual y cómo se lleva a cabo.
Orígenes y Significado
El ritual de la caña con ruda tiene sus raíces en las culturas guaraní y quechua. Originalmente, la caña, un destilado de caña de azúcar, y la ruda, una planta con propiedades medicinales, fueron introducidas a América por los europeos. Los pueblos originarios mezclaron estos ingredientes, creando una bebida que consideraban capaz de combatir enfermedades, malas energías y parásitos.
Cómo Preparar y Tomar la Caña con Ruda
Preparación: La bebida debe prepararse con anticipación, dejando macerar las hojas de ruda macho en caña blanca durante al menos 15 días, aunque algunos prefieren hacerlo con un mes de antelación.
Ritual: El 1° de agosto, se toma la caña con ruda en ayunas, tradicionalmente en tres sorbos. Sin embargo, hay quienes prefieren tomar siete sorbos o un trago largo. Además, es común verter un poco de la mezcla en la tierra como ofrenda a la Pachamama, mientras se dice «kusiya, kusiya», que significa «ayúdame, ayúdame» en aymara..
Propósito del Ritual
La finalidad principal del ritual es protegerse de los males del invierno y asegurar salud y buena fortuna. Se cree que la mezcla de caña y ruda posee propiedades medicinales que ayudan a prevenir enfermedades y a enfrentar las inclemencias del clima. Además, se le atribuyen cualidades místicas para alejar la envidia y la mala suerte.
Celebración y Expansión
Aunque el ritual es especialmente popular en el noreste de Argentina y en Paraguay, su práctica se ha extendido por todo el país y la región gracias a la migración y la difusión a través de las redes sociales. La pandemia ha revitalizado esta tradición, haciéndola aún más relevante como un símbolo de resistencia y esperanza.
La caña con ruda, por tanto, no es solo una bebida, sino un vínculo con nuestras raíces y una manera de conectar con la naturaleza y la tradición.