Exploramos las implicancias ambientales y las políticas de Estado en torno a los pasivos en áreas cedidas por YPF en el contexto del Proyecto Andes en Vaca Muerta. ¿Quién asume la responsabilidad?
El Proyecto Andes, anunciado por YPF como parte de su plan 4×4, es un pilar clave en la estrategia de negocios para desarrollar y monetizar la actividad en Vaca Muerta. Este año, la petrolera tiene previsto invertir más de U$S 5.000 millones en proyectos upstream y downstream.
En cuanto a los pasivos ambientales en el contexto de una cesión de áreas, es importante mencionar que este procedimiento implica solicitar aprobación al gobierno provincial y presentar un borrador de la escritura pública con los detalles de la operación. Las cláusulas ambientales suelen referirse a si el cedente o el cesionario asume las obligaciones ambientales generadas hasta el momento de la cesión, y la respuesta queda sujeta a la negociación entre empresas y a la aprobación de la provincia.
Las políticas de Estado también son relevantes en este contexto. Entre 2025 y 2028, 25 concesiones vencerán, incluyendo 9 del Proyecto Andes. El ministro de Energía y Recursos Naturales, Gustavo Medele, ha expresado que, en caso de reversión de un área (ya sea por vencimiento o por decisión), el responsable debe limpiar el campo, abandonar pozos, levantar tuberías y gestionar los pasivos ambientales. La Reversión de áreas implica presentar un estudio sobre el estado ambiental y elaborar un plan de cierre de pasivos, culminando con la emisión de un “Libre Deuda” por parte de la autoridad ambiental.
Maximiliano Westen, vicepresidente de estrategia, nuevos negocios y control de gestión de YPF, ha mencionado que la empresa busca un “clean exit”, donde la compañía que adquiere el área se haga cargo de los abandonos y pasivos. Se trabaja para establecer un precio para estos compromisos. Además, el gobierno de Neuquén anticipó que no avalará el ingreso de empresas que no puedan cumplir con estas responsabilidades.
Aprobación
El ministro Medele manifestó en una entrevista de mayo de este año en el diario Río Negro que más allá de las negociaciones entre YPF y las compañías interesadas “desde el gobierno de Neuquén no vamos a avalar el ingreso de empresas que después no puedan hacerse cargo”, lo que deja bajo la lupa la capacidad técnica y financiera de los nuevos jugadores.
Detalles:
Martín Robledo, abogado y Licenciado en Ambiente, excoordinador de la Subsecretaría de Ambiente de Neuquén, proporciona información clave sobre las Cesiones y Reversiones relacionadas con los permisos y concesiones de hidrocarburos. Aquí están los puntos destacados:
- Regulación Legal: Las Cesiones y Reversiones están reguladas por la Ley provincial de Hidrocarburos 2.453 y su decreto reglamentario. Estos derechos pueden ser cedidos previa autorización del Poder Ejecutivo provincial, en favor de quienes cumplan las condiciones para ser permisionarios o concesionarios.
- Proceso de Cesión: La Cesión de áreas implica solicitar la aprobación al gobierno provincial, presentando un borrador de la escritura pública con los detalles de la operación.
- Cláusulas Ambientales: En general, las minutas de cesión se refieren a si el cedente o el cesionario asume las obligaciones ambientales generadas hasta el momento de la cesión. En la mayoría de las cesiones, tanto derechos como obligaciones son asumidos por el cesionario.
- Interés del Adquirente: El conocimiento de las obligaciones que asumirá es crucial para el que adquiere el área. Por lo tanto, más que un interés del estado, es un interés del cesionario conocer estas responsabilidades.
- Estudio de Diligencia Debida (Due Diligence): Durante la evaluación para adquirir un área, el potencial comprador realiza un estudio de Due Diligence, que incluye la identificación y valoración monetaria de diversas obligaciones, incluyendo las ambientales.
En resumen, la transferencia de áreas implica una cuidadosa consideración de las responsabilidades ambientales, y el cesionario debe estar preparado para asumir estas obligaciones.