Se encadenaron al municipio de Centenario y piden reincorporación

En la mañana de hoy martes, Emilia Jasín, ex empleada municipal de Defensa Civil de Centenario, protagonizó un reclamo en las puertas de la Intendencia de la ciudad. Junto a su compañero Tomás González, decidió encadenarse en señal de protesta por la no renovación de sus contratos laborales, los cuales fueron cesados sin ninguna justificación […]

En la mañana de hoy martes, Emilia Jasín, ex empleada municipal de Defensa Civil de Centenario, protagonizó un reclamo en las puertas de la Intendencia de la ciudad. Junto a su compañero Tomás González, decidió encadenarse en señal de protesta por la no renovación de sus contratos laborales, los cuales fueron cesados sin ninguna justificación clara tal como explicó.

Jasín explicó que ambos trabajadores formaban parte del plantel municipal desde principios de 2021 y que su continuidad laboral estaba asegurada hasta el 30 de junio de 2024. Sin embargo, el actual intendente decidió no renovarles los contratos. Pese a los múltiples intentos de reunirse con él para entender los motivos detrás de esta decisión, no obtuvieron ninguna respuesta.

«Nuestros legajos están impecables. No tenemos informes negativos y estamos capacitados. Estuvimos en las grandes catástrofes que afectaron a la ciudad, como la inundación y el incendio de la subestación eléctrica,» afirmó Jasín. A pesar de su desempeño y dedicación, no han recibido ninguna explicación oficial sobre por qué sus contratos no fueron renovados.

En total, 16 empleados municipales se encontraron en la misma situación. Tras una conciliación obligatoria dictada por la Subsecretaría de Trabajo, se logró que 11 de ellos fueran reincorporados, pero 5 quedaron desafectados, incluyendo a Jasín y su compañero.

La situación se agrava por la falta de notificación formal. «Nunca me llegó un telegrama ni ninguna comunicación oficial,» denunció Jasín, quien solo se enteró de su despido al asistir a la conciliación. Ante la falta de respuestas, decidieron continuar trabajando, creyendo que la renovación tardaría, como ha ocurrido en otras ocasiones.

Jasín y su compañero han decidido permanecer encadenados hasta obtener una respuesta positiva por parte del municipio. «Seguiremos aquí hasta que nos den una solución,» concluyó.

 

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