Tensión en la Legislatura entre la vicepresidenta y legisladores por la creación de un fondo anticíclico

La Legislatura provincial enfrenta una creciente polémica luego de que no avanzara el proyecto que proponía la restitución del 15% de los fondos que el año pasado fueron recortados para financiar a otros poderes del Estado. La propuesta, impulsada por varios diputados, busca equilibrar el presupuesto legislativo, pero ha generado desacuerdos internos, especialmente con la […]

La Legislatura provincial enfrenta una creciente polémica luego de que no avanzara el proyecto que proponía la restitución del 15% de los fondos que el año pasado fueron recortados para financiar a otros poderes del Estado. La propuesta, impulsada por varios diputados, busca equilibrar el presupuesto legislativo, pero ha generado desacuerdos internos, especialmente con la vicepresidenta Gloria Ruiz, quien criticó la creación de un fondo anticíclico dentro de la Legislatura.

El proyecto que se discutió en la jornada de ayer propuso devolver un porcentaje de los fondos que, en 2023, habían sido reasignados al Ejecutivo y al Poder Judicial para paliar déficits económicos. Sin embargo, la discusión no se limitó solo a la restitución de los fondos, sino que también incluyó la propuesta de crear un fondo anticíclico para la Legislatura, destinado a hacer frente a emergencias económicas futuras. Este punto en particular desató una fuerte controversia y, ante la falta de consenso, se resolvió pasar a un cuarto intermedio.

El principal punto de desacuerdo radica en el manejo de los recursos dentro de la Legislatura. Según el diputado provincial Claudio Domínguez, uno de los promotores del fondo anticíclico, el presupuesto de la Legislatura podría estar en riesgo de generar un déficit de hasta 10.000 millones de pesos si no se devuelve el 15% de los fondos retenidos el año anterior. «Si no se restituyen estos recursos, la Legislatura tendría un presupuesto con un déficit grave, y es nuestra responsabilidad como legisladores prever este tipo de situaciones», afirmó Domínguez.

Por su parte, la vicepresidenta Gloria Ruiz y otros legisladores mostraron su rechazo a la propuesta, calificándola como innecesaria. Ruiz, visiblemente molesta, cuestionó la viabilidad de la creación de un fondo anticíclico, argumentando que el dinero debía ser utilizado para el funcionamiento directo de la Legislatura y no ser destinado a previsiones a largo plazo.

El fondo anticíclico planteado por Domínguez y su grupo tiene como objetivo generar un mecanismo de ahorro dentro de la Legislatura que podría utilizarse en situaciones excepcionales, como caídas en los recursos o crisis económicas. «Lo que estamos proponiendo es un fondo que pueda servir como una suerte de paracaídas financiero en caso de que se presenten emergencias como una recesión o una caída abrupta de ingresos», explicó el diputado.

Según Domínguez, la creación de este fondo no solo garantizaría estabilidad en los años de crisis, sino que también permitiría que los recursos sobrantes se inviertan de manera eficiente, generando más recursos para la Legislatura en el futuro. Sin embargo, la propuesta fue rechazada por quienes consideran que esos fondos podrían desviarse de su objetivo original, que es garantizar el funcionamiento legislativo.

El enojo de la vicepresidenta
Gloria Ruiz, que preside la Legislatura, expresó su enojo frente a la propuesta y cuestionó la necesidad de «guardar dinero» cuando, según su visión, lo prioritario era destinar los recursos a la gestión legislativa diaria. En este sentido, la vicepresidenta denunció que el proyecto de fondo anticíclico podría derivar en un uso discrecional de los recursos, algo que calificó de «escandaloso».

«Pasar de un presupuesto de 138 millones de pesos en gastos discrecionales a 6.500 millones de pesos es una locura», afirmó Ruiz, aludiendo al aumento en los gastos que algunos legisladores proponen para el manejo de los fondos. En este sentido, la vicepresidenta se mostró a favor de un manejo más austero y transparente de los recursos de la Legislatura.

El proyecto de presupuesto incluye una partida significativa destinada a gastos discrecionales, lo que generó críticas tanto dentro como fuera de la Legislatura. Los opositores al proyecto argumentan que este tipo de gastos no están justificados y pueden llevar a un desvío de recursos hacia fines que no son directamente relacionados con la función legislativa.

Domínguez defendió la necesidad de un fondo anticíclico, pero insistió en que el debate debe centrarse en la responsabilidad de los legisladores en la gestión de los recursos. «No podemos gastar sin pensar en el futuro. Si no tomamos decisiones responsables, el día de mañana estaremos pidiendo más dinero al Ejecutivo, y eso no es justo para la sociedad», sostuvo.

Uno de los puntos más críticos del debate es el impacto que tendría la falta de restitución del 15% en el presupuesto de la Legislatura. Según el cálculo de Domínguez, si no se devuelven los recursos, la Legislatura enfrentaría un déficit de 7.000 millones de pesos solo en el rubro de salarios. «Este fondo anticíclico no resolvería todo el déficit, pero ayudaría a cubrir una parte significativa de las necesidades presupuestarias», destacó el legislador.

Además, si la Legislatura no logra equilibrar sus cuentas, se vería obligada a recurrir al Poder Ejecutivo para cubrir la diferencia, lo que implicaría menos recursos para obras y servicios públicos esenciales, como agua, luz, gas y rutas. Este escenario es uno de los que los legisladores intentan evitar con la propuesta de crear el fondo de estabilización.

Mientras que los diputados que apoyan el fondo anticíclico insisten en la necesidad de tener un colchón financiero para enfrentar posibles imprevistos, los opositores consideran que se trata de una medida innecesaria que podría generar más gastos innecesarios dentro de la Legislatura. Algunos legisladores también plantearon que el dinero debía destinarse principalmente a la creación de leyes y políticas públicas, no a la acumulación de fondos.

La discusión se trasladará ahora a las comisiones, donde se espera que continúen las negociaciones. Ayer se decidió pasar el tema a un cuarto intermedio, con la esperanza de llegar a un acuerdo. Sin embargo, los diputados involucrados en la propuesta de fondo anticíclico han dejado claro que están dispuestos a defender su proyecto, y que cada legislador tendrá que asumir la responsabilidad de su postura ante la opinión pública.

«Lo que está en juego es si vamos a ser responsables con los recursos públicos o si vamos a vivir al día, sin pensar en lo que pueda pasar mañana», concluyó Domínguez. Por su parte, los opositores insisten en que la Legislatura debe centrarse en sus funciones fundamentales, como la sanción de leyes, y no en la acumulación de fondos que no son estrictamente necesarios.

El futuro del proyecto sigue siendo incierto, y la Legislatura continuará con su discusión en las próximas semanas. Los próximos días serán claves para determinar si se logra un consenso sobre la creación de un fondo anticíclico o si, por el contrario, el proyecto se descarta y se opta por un enfoque diferente en la gestión de los recursos.

 

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