El Gobierno nacional confirmó el despido de 15 empleados de Intercargo por su participación en una medida de fuerza que dejó a pasajeros retenidos en los aviones, sin poder bajar durante más de dos horas. El ministro de Economía, Luis Caputo, informó la decisión a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter), donde también adelantó que la empresa estatal interpondría una denuncia por el delito de privación ilegítima de la libertad contra la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), sindicato responsable de la medida de fuerza.
Caputo calificó la acción como un “piquete aéreo” y aseguró que el Gobierno no tolerará este tipo de extorsión en la Argentina. “Hoy decidimos la desvinculación de 15 empleados de Intercargo que ayer tomaron de rehenes a los pasajeros a través de un piquete aéreo. En la Argentina que estamos construyendo, no vamos a permitir estos mecanismos de extorsión”, escribió el ministro, subrayando la postura del gobierno frente a las medidas de fuerza que alteran el normal funcionamiento del transporte aéreo.
La medida de fuerza fue iniciada por la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), luego del despido de un trabajador de Intercargo por generar demoras en la entrega de valijas. Los trabajadores de la empresa encargada de la rampa aeronáutica realizaron asambleas en el Aeroparque Jorge Newbery y en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, lo que derivó en la retención de pasajeros dentro de los aviones.
Hoy decidimos la desvinculación de 15 empleados de Intercargo que ayer tomaron de rehenes a los pasajeros a través de un piquete aéreo. En la Argentina que estamos construyendo, no vamos a permitir estos mecanismos de extorsión.
— totocaputo (@LuisCaputoAR) November 7, 2024
Uno de los incidentes más graves ocurrió con un vuelo de LATAM proveniente de San Pablo, donde 149 pasajeros permanecieron dentro del avión durante horas, sin poder descender debido a la medida gremial. Flybondi también se vio afectada, con 8 vuelos cancelados y más de 1300 pasajeros perjudicados. Además, otros vuelos fueron demorados, con un total de 649 pasajeros afectados. La aerolínea acusó a los trabajadores de Intercargo de retener a más de 400 personas a bordo de los aviones, incluyendo tripulaciones, sin permitirles desembarcar.
Por su parte, JetSmart también reportó serias complicaciones, con 18 vuelos cancelados y otros 16 reprogramados, afectando a cerca de 6.000 pasajeros. Entre los vuelos cancelados había trayectos internacionales como los de Santiago de Chile y Bariloche, así como vuelos nacionales a Ushuaia.
Ante la magnitud del conflicto, el Gobierno nacional tomó medidas drásticas, anunciando que se recurriría a la Justicia por secuestro de personas. En una conferencia de prensa, el vocero presidencial Manuel Adorni calificó el accionar sindical como «delirio terrorista» y acusó a los gremialistas de querer poner en jaque al sistema aerocomercial del país, utilizando a los pasajeros como rehenes para defender sus intereses. Adorni expresó con dureza: “Hay personas de rehén por culpa del delirio terrorista sindical, que para no perder sus privilegios desde hace meses pretende poner en jaque el sistema aerocomercial de la Argentina”.
El conflicto se desató el miércoles, alterando el funcionamiento de los aeropuertos en la ciudad de Buenos Aires. Ante la situación, el Gobierno advirtió que tomará acciones judiciales firmes para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir. Las medidas de fuerza y su impacto en el normal funcionamiento del transporte aéreo pusieron en evidencia las tensiones entre el sector gremial y las autoridades nacionales, que aseguran que los pasajeros y su seguridad no pueden ser rehenes de las disputas sindicales.
El Ministerio de Seguridad, a través de sus funcionarios, aseguró que denunciará penalmente a los responsables por los hechos ocurridos, mientras que las aerolíneas afectadas exigen que se tomen medidas definitivas para evitar nuevas interrupciones del servicio aéreo.
