Al menos 10,000 soldados norcoreanos desplegados en Rusia como parte de la invasión rusa a Ucrania están experimentando algo completamente nuevo: acceso ilimitado a Internet. Esto representa una notable «apertura» para los jóvenes que viven bajo la estricta censura del régimen de Kim Jong Un, donde la mayoría de las plataformas digitales están bloqueadas y se limita el acceso a información externa. Sin embargo, esta nueva libertad ha traído consigo consecuencias inesperadas.

Según informes del Pentágono y periodistas internacionales, muchos de estos soldados norcoreanos parecen haber desarrollado una adicción a la pornografía en línea. La fuente, mencionada en artículos de medios como el New York Post, señala que estos jóvenes, que nunca antes habían tenido acceso libre a la web, están consumiendo grandes cantidades de contenido pornográfico. La inesperada «liberación» de acceso parece estar afectando su comportamiento de maneras que podrían ser preocupantes.

Gideon Rachman, comentarista de asuntos exteriores del Financial Times, compartió en un post de X (anteriormente Twitter) que una fuente confiable le informó sobre el consumo excesivo de pornografía por parte de los soldados norcoreanos en Rusia. “Una fuente generalmente confiable me dice que los soldados norcoreanos, que han sido desplegados en Rusia, nunca antes habían tenido acceso sin restricciones a Internet. Como resultado, están atiborrándose de pornografía”, escribió Rachman.

Sin embargo, el Departamento de Defensa de los EE. UU. ha desmentido los informes, enfatizando que no pueden confirmar las afirmaciones sobre el acceso a Internet de los soldados ni sobre sus hábitos de consumo digital. El teniente coronel Charlie Dietz, portavoz del Pentágono, aclaró que el foco principal de las autoridades estadounidenses sigue siendo la participación militar de Corea del Norte en el conflicto y no el comportamiento en línea de sus tropas.

«Nos centramos en los aspectos más graves de la participación de Corea del Norte, si la hay, en las operaciones militares de Rusia», explicó Dietz a Task and Purpose. Aunque no se ha confirmado oficialmente, la presencia de los soldados norcoreanos en el frente de batalla, apoyando a Rusia en su guerra contra Ucrania, es una preocupación de seguridad importante para la comunidad internacional.

El número exacto de soldados desplegados varía según las fuentes. Mientras que el gobierno estadounidense calcula que hay alrededor de 10,000 soldados norcoreanos en Rusia, Seúl y sus aliados estiman que la cifra podría alcanzar los 11,000, y Ucrania incluso maneja la cifra más alta, con hasta 12,000 efectivos. Estos militares son utilizados principalmente para reforzar las líneas de combate rusas, que han enfrentado un desgaste significativo en la lucha contra las fuerzas ucranianas.

El efecto psicológico y cultural de este acceso sin restricciones a Internet es una cuestión que aún está siendo evaluada. Los expertos sugieren que la exposición a contenidos como la pornografía podría tener un impacto negativo en la salud mental de los soldados, quienes podrían verse abrumados por la vasta cantidad de información disponible y la falta de controles sobre lo que consumen.

Aunque los informes sobre este fenómeno no han sido confirmados de manera oficial, los analistas han señalado que la llegada de estos soldados al campo de batalla podría traer consigo otros desafíos imprevistos, tanto en términos de disciplina como de salud mental. Este incidente resalta las tensiones entre las culturas de control y las influencias externas a las que los soldados norcoreanos ahora están expuestos, lo que podría tener repercusiones duraderas en su comportamiento y efectividad en el frente de batalla.

La comunidad internacional sigue observando cómo se desarrollan los eventos en esta compleja situación. Mientras tanto, la atención se mantiene centrada en los posibles efectos de la participación de Corea del Norte en la guerra de Ucrania, sin perder de vista las consecuencias impredecibles de un acceso libre a Internet para tropas que hasta ahora vivían en un estado de aislamiento extremo.