La convivencia forzada con un hombre de antecedentes penales por abuso sexual, violencia y adicciones ha llevado a dos hermanas y sus hijos menores a huir de su hogar por temor a sus vidas. Las mujeres han solicitado la intervención urgente de la justicia para excluir al hombre del domicilio e internarlo en un centro especializado, aludiendo a un comportamiento que consideran peligroso e incontrolable.
Una de las denunciantes relató a Noticias 7 que su padre, identificado como Víctor Hugo Carrizo, estuvo preso durante 20 años por abuso sexual y recientemente fue dado de alta voluntaria de un centro de rehabilitación para adicciones. Desde su regreso, el hombre habría comenzado a consumir drogas y alcohol nuevamente, lo que derivó en episodios de violencia física y amenazas constantes.
“Nos golpeó e intentó abusar de nosotras”, aseguró la mujer, quien mostró heridas en los brazos ocasionadas al intentar quitarle un cuchillo con el que, según dice, su padre suele intimidar a la familia. Además, denunció que el hombre manifestó intenciones sexuales hacia sus nietas menores, una de ellas de apenas cinco años.
Las mujeres señalaron que Carrizo también mantiene armas blancas escondidas en su habitación, lo que incrementa el riesgo para quienes habitan la casa. «Duerme con cuchillos bajo la almohada y amenaza con usarlos», detallaron, agregando que su comportamiento errático se agrava con el consumo de estupefacientes y alcohol.
La vivienda familiar, ubicada en el barrio San Lorenzo, había sido rehabilitada por las hijas tras encontrarla en condiciones deplorables. Según la denunciante, anteriormente era un «aguantadero» donde su padre y otros hombres consumían drogas. Sin embargo, las mejoras realizadas en el hogar no han podido frenar las conductas violentas y destructivas del hombre.
Vecinos de la zona han manifestado su apoyo a la familia y comenzaron a recolectar firmas para solicitar la exclusión del hombre del hogar. Según los testimonios, los vecinos también se sienten amenazados por su comportamiento. Incluso hubo intentos de prender fuego a la casa como medida desesperada para alejar a los ocupantes problemáticos.
Las denuncias también incluyen la supuesta privación de libertad y maltrato físico de su última pareja, fallecida hace seis meses. Las hijas aseguraron haber encontrado rastros de violencia en la habitación de la mujer, como prótesis rotas, ropa ensangrentada y cabellos arrancados.
Buscan abogado
En cuanto al accionar judicial, la damnificada declaró que acudió a la Oficina de Violencia Familiar y de Género, donde le informaron que debía conseguir un abogado para avanzar con la causa. «No podemos esperar más. Nuestras vidas y las de los niños están en peligro», enfatizó la mujer, quien exigió respuestas inmediatas de la Fiscalía.
La situación ha provocado que los menores involucrados dejen de asistir a la escuela por temor a posibles agresiones. «Estamos viviendo en la calle para mantenernos a salvo, mientras él consume y se queda con la casa», lamentó. Reiteró su pedido de ayuda al Ministerio Público Fiscal.
El caso, que incluye graves acusaciones de abuso y violencia, está siendo seguido de cerca por las autoridades locales. Sin embargo, la demora en las medidas cautelares genera preocupación en la comunidad y en las organizaciones que asisten a víctimas de violencia familiar.
Con un historial de delitos sexuales y conducta agresiva, Víctor Hugo Carrizo representa una amenaza no solo para su familia, sino también para la seguridad del barrio. La mujer concluyó diciendo que: “No queremos lamentar una tragedia que pudo evitarse. Necesitamos protección ahora”.