Grave incidente en Penal 12: amenazas y temor por salidas transitorias

El Penal 12 de Neuquén vuelve a ser escenario de un preocupante hecho de violencia. Un interno, acusado de intentar asesinar a un compañero prendiéndolo fuego, ha comenzado a gozar de salidas transitorias, generando alarma en su entorno. La pareja de la víctima, identificada como Etelvina, denunció amenazas directas contra ella y sus hijas si […]

El Penal 12 de Neuquén vuelve a ser escenario de un preocupante hecho de violencia. Un interno, acusado de intentar asesinar a un compañero prendiéndolo fuego, ha comenzado a gozar de salidas transitorias, generando alarma en su entorno. La pareja de la víctima, identificada como Etelvina, denunció amenazas directas contra ella y sus hijas si decidía avanzar con la denuncia.

El episodio central ocurrió días atrás, cuando un grupo de reclusos intentó prender fuego a un interno arrojándole un colchón en llamas. Según Etelvina, el principal atacante es el mismo que ahora amenaza con atacar a su familia. «Dijo que si denunciábamos, vendría a nuestra casa para matarnos y prenderla fuego», declaró la mujer a Radio 7.

A pesar de la gravedad de las amenazas, la Fiscalía local no tomó la denuncia, argumentando la falta de datos precisos sobre los atacantes y el contexto dentro del penal, informo Radio 7, el movilero Rigo Castaño. Elvira expresó su indignación por la falta de apoyo: «¿Cómo esperan que tenga información de lo que ocurre dentro del penal si yo no estoy allí? Estoy sola con mis hijas y nadie nos protege».

La mujer, madre de tres niñas de 6, 8 y 10 años, vive en el barrio 7 de Mayo, una zona que describió como insegura y carente de servicios básicos como iluminación y cámaras de vigilancia. «No tenemos protección, estoy sola, mi familia está lejos, y este hombre sale de prisión como si nada hubiera pasado», relató con angustia.

El penal ya había estado en el centro de la atención mediática por otros episodios violentos recientes, incluyendo la retención de un oficial penitenciario como rehén. En esta oportunidad, la denuncia apunta no solo a la violencia interna en el penal, sino también a la falta de medidas para proteger a quienes están en el exterior.

El testimonio de Etelvina refleja el temor de muchas familias en situaciones similares. “Estamos hablando de gente que ya no distingue entre el bien y el mal. Las autoridades tienen que actuar antes de que sea demasiado tarde”, sostuvo el movilero Rigo Castaño.

El caso de Etelvina y su familia pone de manifiesto las falencias en la protección de las personas amenazadas por internos violentos. Las próximas semanas serán clave para determinar si las autoridades tomarán medidas contundentes o si la situación continuará en la peligrosa senda actual.

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