Papa Francisco critica ajustes en educación y posturas ideológicas en los países que las implementan

En una entrevista exclusiva, el Papa Francisco calificó de «criminal» los ajustes en educación y alertó sobre los peligros de las posturas ideológicas que engendran lo que él denominó «monstruos». Durante la conversación con la periodista Bernarda Llorente para el Canal Orbe 21, el líder de la Iglesia Católica afirmó que este tipo de políticas […]

En una entrevista exclusiva, el Papa Francisco calificó de «criminal» los ajustes en educación y alertó sobre los peligros de las posturas ideológicas que engendran lo que él denominó «monstruos». Durante la conversación con la periodista Bernarda Llorente para el Canal Orbe 21, el líder de la Iglesia Católica afirmó que este tipo de políticas son un «suicidio programado» para los países que las implementan.

El Papa no dudó en señalar que los ajustes educativos y culturales, que afectan a países como Argentina bajo el gobierno de Javier Milei, son una clara muestra de un enfoque «criminal» hacia la educación. «No se puede hacer ajuste en el desarrollo educativo de un país, es criminal», enfatizó el sumo pontífice, destacando que la educación es esencial para el futuro de cualquier nación.

Francisco también señaló que estos ajustes son típicos de países con regímenes que se acercan a la dictadura, ya sea en forma de dictaduras confesadas o encubiertas. A su juicio, este tipo de políticas surgen en contextos donde se atacan los derechos fundamentales de los ciudadanos, especialmente los más vulnerables, como en el caso de la educación, que según el Papa es «la comida del alma, de la mente, del espíritu».

En relación con las ideologías, el Papa advirtió que estas «terminan engendrando monstruos». Explicó que el cristianismo no es una ideología, sino una vivencia personal, un camino espiritual que cada individuo transita con base en la fe. «Es una vivencia que va creciendo por el camino que Dios le da a cada uno», indicó el Papa, diferenciando claramente las posturas ideológicas de la verdadera solidaridad cristiana.

Además, Francisco se refirió a los jóvenes y su papel frente a las ideologías. Señaló que cuando los jóvenes se integran a organizaciones más ideológicas que cristianas, se convierten en «pequeños monstruitos». Según el Papa, estos grupos, que se alejan de la vivencia cristiana, terminan aferrados a ideas que los deshumanizan y los separan del verdadero sentido de la solidaridad y el amor cristiano.

A pesar de la crítica a las ideologías, el Papa celebró la reacción de los jóvenes frente a los ajustes en educación y cultura, particularmente en Argentina. Aseguró que le alegra ver cómo los jóvenes se oponen a estas medidas, mostrando su desaprobación y organización. Para Francisco, este tipo de respuestas son cruciales para defender los derechos humanos y preservar el bien común.

Por último, el Papa reflexionó sobre la importancia de la educación para el desarrollo de una sociedad. «La educación es un alimento», aseguró, «no se puede cortar el acceso a la educación, es como quitarle la comida a la gente». Con esta comparación, Francisco subrayó que la educación no es un lujo ni un gasto prescindible, sino una necesidad vital para el futuro de cualquier país.

El Papa también reafirmó su compromiso con la doctrina social de la Iglesia, invitando a los argentinos a defenderse de las ideologías que atentan contra la dignidad humana y el bienestar común. Frente a los desafíos actuales, Francisco pidió a los ciudadanos no dejarse engañar por discursos populistas y defender los valores humanos y cristianos que promueven una sociedad más justa y equitativa.

 

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