El reconocido periodista y conductor Jorge Lanata, una de las voces más influyentes y polémicas del periodismo argentino, falleció luego de enfrentar múltiples complicaciones de salud en los últimos años. Lanata, quien durante décadas estuvo al frente de investigaciones periodísticas que marcaron la agenda nacional, se distinguió por su estilo directo y provocador, convirtiéndose en una figura central en el mundo de los medios y en la vida pública argentina.

Lanata comenzó su carrera en el periodismo en la década de 1980, y a lo largo de su trayectoria fundó medios icónicos como Página/12, el cual se convirtió en un hito de periodismo de investigación en el país. Con programas televisivos como PPT (Periodismo Para Todos), transmitido en Canal 13, y programas radiales en Radio Mitre, Lanata fue un constante crítico del poder, abordando temas que iban desde la corrupción política hasta el narcotráfico y la injusticia social.

Su estilo único, mezcla de humor mordaz y rigurosidad informativa, le permitió ganarse una audiencia fiel y convertirse en uno de los periodistas más premiados y reconocidos de Argentina.

En los últimos años, Lanata enfrentó diversos problemas de salud que complicaron su vida personal y profesional. En 2015, recibió un trasplante de riñón, y desde entonces, su salud se mantuvo frágil debido a enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio y complicaciones derivadas de su diabetes.

En 2024, fue hospitalizado en varias ocasiones por problemas respiratorios graves, que incluyeron insuficiencia respiratoria y la necesidad de tratamientos avanzados. A pesar de estas dificultades, continuó trabajando y manteniendo su presencia en los medios, en los que se despidió sin comprometer su esencia combativa y crítica.

Jorge Lanata deja un legado inigualable en el periodismo de habla hispana. Su capacidad para desafiar estructuras, cuestionar a quienes ostentan el poder y exponer verdades incómodas resonará en generaciones futuras de periodistas y en la memoria colectiva de sus seguidores. Con su partida, Argentina pierde a una figura que, para bien o para mal, nunca pasó desapercibida.