Las víctimas, Lidia Tapia (82) y Estela Maris Natalini (62), madre e hija, fueron asesinadas en su vivienda del barrio 432 Viviendas. Según se detalló en el juicio, Espinoza, un vecino de las víctimas, aprovechó la confianza que tenían en él para ingresar al hogar y perpetrar el crimen con un cuchillo tipo carnicero. Su objetivo era ocultar el robo de $370.000, que utilizó para saldar una deuda.

El ataque ocurrió en la mañana del 12 de diciembre. Espinoza mató primero a Natalini y luego a su madre, quien intentó defenderla. Tras cometer el crimen, revolvió la vivienda en busca del dinero y huyó. La brutalidad del hecho quedó evidenciada por la cantidad y gravedad de las heridas cortantes en ambas mujeres, que murieron en el lugar.

El Ministerio Público Fiscal actuó rápidamente, logrando detener a Espinoza días después del hecho. En una audiencia realizada el 18 de diciembre, el acusado confesó su autoría y aceptó someterse a un juicio abreviado. Durante este proceso, se le imputaron tres agravantes: alevosía, criminis causa y femicidio, configurando la única pena posible: la de prisión perpetua.

El fiscal resaltó la violencia con la que se cometió el crimen, argumentando que el acusado actuó de manera planificada y con el único propósito de robar. “El hombre mata para llevar adelante su conducta y tomar el dinero”, señaló, enfatizando la especial vulnerabilidad de las víctimas como factor determinante en el agravante de femicidio.

En la audiencia de cesura, realizada este lunes, la defensa pública acompañó la solicitud de prisión perpetua, destacando la actitud de Espinoza al confesar los hechos y aceptar la pena. “Sabía que era el único camino posible”, aseguró el defensor, quien valoró la resolución del caso en tiempo récord, lo que evitó un proceso judicial prolongado.

Espinoza manifestó en su declaración que el crimen «se le fue de las manos», y asumió su responsabilidad en los hechos. Según el defensor, el acusado buscó darle tranquilidad a las familias de las víctimas al admitir su culpabilidad y evitar mayores dilaciones.

El doble femicidio conmocionó a la comunidad de Cipolletti. El fiscal destacó que la rápida resolución del caso refleja un trabajo conjunto eficiente entre las autoridades judiciales y el Ministerio Público. La pena comenzará a cumplirse de inmediato, dado que el imputado ya estaba en prisión preventiva.

La lectura formal de la sentencia está programada para febrero, cerrando así un proceso judicial que no solo esclareció el crimen, sino que también puso de relieve la importancia de garantizar justicia en casos de extrema violencia de género.