Ayer, vecinos del barrio 370 Viviendas de Neuquén lograron frenar lo que consideraron una conexión ilegal al suministro de agua, luego de detectar que una máquina privada trabajaba sin autorización en la calle Avenida del Trabajador y Gorriti. Según Andrea Perret, vecina del sector, la maquinaria estaba intentando acceder al caño maestro del barrio sin contar con los permisos del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS).
Conexión ilegal y falta de respuesta del EPAS
Los residentes notificaron a las autoridades y llamaron a la policía, logrando que los operarios abandonaran el lugar y taparan el caño intervenido. Sin embargo, el EPAS no se presentó en el sitio, a pesar de haber prometido enviar una cuadrilla para inspeccionar la situación.
La vecina relató que esta no es la primera vez que ocurre un intento de conexión ilegal. Hace dos meses, se registró un incidente similar que también fue evitado por la intervención de los vecinos.
Problemas de infraestructura y desidia institucional
El barrio, que tiene 14 años de existencia, enfrenta múltiples problemas de infraestructura. Según los vecinos, las calles están en mal estado, sin regadores ni mantenimiento adecuado, lo que afecta especialmente a personas con movilidad reducida. La entrevistada destacó que las calles se inundan con frecuencia debido al desnivel generado por los trabajos de una inmobiliaria que lotó un área cercana, elevando los cordones cuneta y agravando los problemas de drenaje en el barrio.
Además, los vecinos aseguran que la presión de agua es baja, un problema que atribuyen a la expansión de nuevos barrios en la zona que comparten el suministro desde el caño maestro de Mari Menuco.
Falta de reconocimiento oficial y apoyo municipal
La vecina también mencionó que, a pesar de los años transcurridos, el barrio no ha recibido la atención necesaria por parte de las autoridades. En una ocasión, Perret cuestionó al secretario de Infraestructura, Alejandro Nicola, sobre las necesidades del barrio, pero él respondió que desconocía su ubicación.
El barrio forma parte de Valentina Norte Rural, una extensa área con diversas subcomisiones vecinales que gestionan problemáticas específicas. Sin embargo, los vecinos sienten que su situación ha sido relegada y que las respuestas a sus reclamos han sido insuficientes.
Conclusión
Perret y otros residentes esperan una pronta solución que incluya supervisión efectiva por parte del EPAS y atención a las necesidades de infraestructura básica. Temen que las conexiones ilegales y la falta de mantenimiento sigan empeorando las condiciones de vida en el barrio, afectando no solo el suministro de agua, sino también la calidad de las calles y la seguridad de los vecinos.