La comunidad LGBTIQ+ se movilizará este sábado 1 de febrero en todo el país bajo el lema «Al closet no volvemos nunca más», en respuesta a los recientes dichos del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos. La marcha, denominada Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antiracista, será una protesta contra las declaraciones del mandatario, quien en su discurso atacó a las personas trans, las parejas homosexuales y a las mujeres.
La marcha en Neuquén está prevista a las 18hs con una concentración en el monumento a San Martín. Acompañaran las organizaciones sociales y contará con un festival de intervenciones artísticas.
En diálogo con Noticias 7, Tatiana Breve, referente de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina, señaló que no les sorprende el contenido del discurso de Milei, pero sí aumenta la preocupación y vulnerabilidad del colectivo. Según Breve, este tipo de declaraciones tiene como propósito distraer, ya que el gobierno carece de respuestas frente a la crisis económica. “Es un discurso de odio porque no tienen nada que decir sobre la economía”, afirmó.
Desde la organización que agrupa a travestis y transgéneros, consideran que los comentarios de Milei no son aislados, sino parte de una tendencia más amplia de persecución y vulneración de derechos. Según sus miembros, las políticas del presidente se alinean con un retroceso histórico en el reconocimiento de la identidad de género, poniendo en riesgo la Ley de Identidad de Género y otras normativas alcanzadas por el colectivo LGBTIQ+.
En Buenos Aires, la cita será a las 16:00 horas, con una movilización que partirá desde el Congreso y culminará en la Plaza de Mayo. La convocatoria también se replicará en otras ciudades del país, como Rosario, Mar del Plata y Córdoba, entre otras, lo que convierte la protesta en un acto federal. Los organizadores denuncian un creciente avance de discursos y medidas que amenazan los derechos conquistados por el colectivo LGBTIQ+.
La marcha busca también visibilizar el riesgo de un retroceso en las leyes laborales para personas trans, así como el posible desmantelamiento de la figura del femicidio del Código Penal, tema que ha sido planteado por el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona. En este contexto, las organizaciones del colectivo LGBTIQ+ temen que se ponga en peligro logros clave de la comunidad en términos de derechos civiles y laborales.
En la asamblea celebrada en el Parque Lezama, los activistas denunciaron que la retórica del gobierno actual excluye a la comunidad LGBTIQ+ de cualquier tipo de avance normativo y apuntaron a los discursos de odio como parte de una estrategia de deslegitimación y división social. La consigna de la marcha, “La vida está en riesgo. ¡Basta!”, refleja el sentir de quienes consideran que el gobierno está alimentando una atmosfera de persecución y hostilidad hacia la comunidad.
El desencadenante de la movilización fue el discurso de Milei en Davos, donde, además de atacar a la comunidad LGBTIQ+, vinculó las «versiones extremas» de la ideología de género con el abuso infantil. En su intervención, el presidente acusó a ciertos sectores de promover lo que consideró un «cáncer» social, refiriéndose al movimiento woke como una “epidemia” que debe ser erradicada.
Este tipo de declaraciones ha generado un profundo rechazo tanto dentro de Argentina como a nivel internacional, particularmente entre los colectivos de derechos humanos. La comunidad LGBTIQ+ ha expresado que estos discursos no solo son peligrosos, sino que también incitan a la violencia y la discriminación contra las personas más vulnerables.
La marcha del 1° de febrero no solo será una respuesta a los dichos de Milei, sino también una oportunidad para reafirmar los derechos conquistados por el colectivo LGBTIQ+ y visibilizar las amenazas que enfrentan ante las políticas del actual gobierno. Como indican los organizadores, el mensaje es claro: no se dará marcha atrás en la lucha por la igualdad y la justicia.