El día martes por la mañana, al llegar al domicilio para realizar la limpieza habitual, la joven notó la ausencia de Juan Francisco Mora, lo que la hizo sospechar que algo podría haberle sucedido. Ante esta preocupación, la señora Isabel contactó a la policía, quienes acudieron al lugar para verificar la situación.

Tras un pequeño rastrillaje en las inmediaciones del barrio, se encontraron algunas pertenencias de Mora, como una campera, un bastón con características distintivas y una botellita de agua. Posteriormente, en la zona ribereña, una vecina encontró el cuerpo de Mora flotando en el agua, a unos 100 metros de donde se habían hallado sus pertenencias.

Con el apoyo de Bomberos Voluntarios y bajo la coordinación de la policía, se procedió a retirar el cuerpo del agua y se estableció el lugar como escena de la investigación. Durante la revisión, se observaron dos hematomas en el cuerpo de Mora, ubicados en la zona de las náyades. Aparentemente, el hombre pudo haber sufrido un accidente al caer en un área de difícil acceso cercana al río. Se presume que, al resbalarse o perder el equilibrio, Mora cayó al agua desde una altura aproximada de 2 metros.

El reloj pulsera de Mora estaba detenido a las 7:10 AM, lo que podría indicar que el accidente ocurrió alrededor de esa hora. Sin embargo, la temperatura del agua y del cuerpo dificultan la exactitud de la hora del deceso, por lo que se esperará el resultado de la autopsia para confirmar los detalles.

El comisario indicó que Mora era conocido en el barrio, ya que se mantenía activo a pesar de su edad, caminando regularmente hacia el destacamento policial cercano. Según las investigaciones preliminares, no se han encontrado signos de criminalidad ni en su domicilio ni en la zona de la ribera. Se maneja la teoría de que el accidente fue fortuito, resultado de una caída mientras caminaba cerca del río, lo que derivó en su fallecimiento.