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Desde las primeras horas de la mañana, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) bloquea el ingreso al obrador del oleoducto Vaca Muerta Sur en Chichinales, impidiendo el paso de camiones y trabajadores foráneos. La medida responde a la exigencia de mayor contratación de mano de obra local, en sintonía con el reclamo del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck.
«La orden fue que hoy no suba nadie, menos los foráneos», afirmó el secretario general de UOCRA Río Negro, Juan Garrido. Según el dirigente sindical, la obra permanecerá paralizada hasta el próximo lunes, cuando se lleve a cabo una reunión clave en Cipolletti con representantes de las empresas constructoras Techint y Sacde.
Garrido explicó que el paro afecta a todos los trabajos relacionados con la obra del oleoducto, ya que el sindicato no permite el ingreso de materiales ni de personal no residente en la región. “Queremos que la empresa vea que está haciendo las cosas mal, está haciendo todo al revés”, enfatizó.
En el lugar de la protesta, banderas y pancartas reflejan la demanda de UOCRA: garantizar que al menos el 80% de los trabajadores contratados sean oriundos de la provincia. Actualmente, solo poco más de 20 trabajadores locales participan en la construcción, una cifra considerada insuficiente por el gremio.
El gobernador Weretilneck respaldó el reclamo de UOCRA y lanzó una advertencia contundente: “Si no se respeta el derecho de los trabajadores rionegrinos, la obra no avanzará”. La postura del mandatario provincial refuerza la presión sobre las empresas contratistas para que modifiquen su política de contrataciones.
El conflicto en Chichinales se suma a una serie de reclamos sindicales y políticos en torno al desarrollo de Vaca Muerta, donde distintos sectores han exigido una mayor participación de la mano de obra local. Este tipo de disputas han generado tensiones recurrentes entre las empresas y las autoridades provinciales.
A la espera de la reunión del lunes, el acceso al obrador sigue bloqueado y las actividades permanecen paralizadas, afectando el cronograma de la obra. Mientras tanto, la resolución del conflicto dependerá del compromiso de las empresas para aumentar la contratación de trabajadores rionegrinos.
En un escenario de alta conflictividad laboral, el resultado de la reunión en Cipolletti será clave para determinar los próximos pasos del gremio. Si no se alcanzan acuerdos satisfactorios, no se descartan nuevas medidas de fuerza que podrían afectar el avance del proyecto.