Según la Organización Panamericana de la Salud, una sepsis es  una complicación que tiene lugar cuando el organismo produce una respuesta inmunitaria desbalanceada, anómala, frente a una infección.

La sepsis es una urgencia médica, que si no se trata de forma temprana, puede ocasionar daño irreversible a los tejidos y provoca una insuficiencia orgánica múltiple a tal punto que pone en riesgo la vida del paciente.

En el caso del sumo pontífice, las enfermedades preexistentes junto con este posible cuadro, más su avanzada edad podrían acelerar el deterioro de su organismo

Este sábado, los médicos del hospital Gemelli de Roma indicaron que, además de una crisis respiratoria, los análisis de sangre mostraron que tiene “trombocitopenia”, es decir una baja en las plaquetas que aumenta la probabilidad de hemorragias, asociadas a una anemia. A raíz de eso, los especialistas le practicaron transfusiones de sangre. 

De todas maneras, el líder de la Iglesia sigue con su tratamiento habitual, que consiste en la utilización de diversos fármacos que lo ayudan a superar las infecciones. Si bien la sepsis no se descarta, los médicos están en alerta para evitarla.

Por otra parte, los especialistas dijeron que el Papa permanecerá internado por los menos hasta la semana próxima. El paciente se encuentra de buen humor y que sólo le administran oxígeno suplementario cuando él lo requiere. Debido a una neumonía bilateral. junto con una infección bacteriana, viral y fúngica.