
La reciente desclasificación de documentos de la CIA, específicamente vinculados al asesinato de John F. Kennedy, ha destapado una nueva ola de especulaciones históricas que involucran a Adolf Hitler y su posible huida a Sudamérica tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los archivos, liberados en 2017 durante la presidencia de Donald Trump, revelan una serie de informes de inteligencia que sugieren que Hitler no se suicidó en su búnker en Berlín, como señala la versión oficial, sino que pudo haber escapado a Colombia y luego a Argentina, donde vivió hasta mediados de la década de 1950. Estos documentos, que provienen de estaciones de la CIA en Caracas y Buenos Aires, mencionan a Hitler bajo el alias «Adolf Schrittelmayor» y documentan su presencia en Sudamérica.
Los orígenes de la desclasificación: El caso JFK
La desclasificación de los documentos comenzó con la ley que exige la liberación de todos los archivos relacionados con el asesinato de John F. Kennedy en 1963, y su divulgación fue acelerada por la administración de Trump. En ese proceso, se han liberado miles de páginas que incluyen reportes sobre los acontecimientos de la Guerra Fría, investigaciones sobre espionaje y sobre otros actores internacionales, como los nazis que habrían escapado a Sudamérica después de la guerra. Entre estos archivos se encontró una serie de documentos que mencionan la posible fuga de líderes nazis, incluidos Adolf Hitler y Josef Mengele, a través de las conocidas «ratlines», unas redes de escape que ayudaron a los criminales de guerra a huir de Europa.
Informes de la CIA sobre Hitler en Sudamérica
Según los documentos desclasificados, Phillip Citroen, un exoficial de la SS, había afirmado haber visto a Adolf Hitler en Tunja, Colombia, a fines de los años 40, antes de que se trasladara a Argentina en 1955. Estas revelaciones fueron reportadas por agentes de la CIA que estaban monitoreando las actividades en Sudamérica y que identificaron un hombre con las características físicas de Hitler, utilizando una identidad falsa.
El principal informe relacionado con estos avistamientos fue elaborado por agentes de inteligencia que operaban en América Latina y que comenzaron a investigar a individuos sospechosos de haber sido nazis fugitivos. Aunque la información fue considerada importante, los archivos aclaran que la CIA no tenía pruebas directas que confirmaran la presencia de Hitler en esos países. Sin embargo, los informes ofrecieron suficientes detalles como para reavivar la teoría conspirativa sobre su supervivencia.
Teoría conspirativa de Hitler en Sudamérica
La teoría de que Adolf Hitler no murió en Berlín sino que escapó a Sudamérica ha circulado durante décadas, sustentada en testimonios y especulaciones no verificadas. Desde la década de 1940, algunos sostienen que el dictador nazi escapó con la ayuda de redes de escape de la Cruz Roja y otros organismos internacionales que permitieron a muchos nazis criminales encontrar refugio en países como Argentina, Paraguay, y Chile.
Estos testimonios fueron en su mayoría no verificables que provinieron de individuos con intereses personales o agendas políticas. Sin embargo, los informes de la CIA desclasificados ahora han alimentado este mito, añadiendo una nueva capa de incertidumbre a un capítulo que se creía cerrado.
El nacionalismo de algunos gobiernos sudamericanos, como el de Juan Domingo Perón en Argentina, y la posibilidad de que algunos miembros de la elite nazi pudieran haber encontrado refugio en estas regiones, alimentó aún más las teorías sobre la fuga de Hitler. Perón, según informes históricos, permitió que varios nazis de alto rango se establecieran en Argentina, aunque la evidencia sobre la participación directa del gobierno argentino en esta fuga es escasa.
La postura oficial: ¿Un mito o realidad?
La mayoría de los historiadores y expertos en historia contemporánea han desmentido la teoría de la huida de Hitler a Sudamérica, basándose en pruebas forenses concluyentes. Los restos humanos recuperados en Berlín en 1945 han sido analizados exhaustivamente, y varios estudios científicos realizados en los últimos años han demostrado que Hitler murió en su búnker. Investigaciones forenses modernas, como las realizadas en 2018 por el profesor Philippe Charlier, han confirmado que los restos de Hitler coinciden con las características físicas del dictador y no con las de un doble o una persona desconocida.
Además, varios historiadores de renombre como Ian Kershaw y Richard J. Evans coinciden en que no hay pruebas que respalden la teoría de la huida de Hitler a Sudamérica. Según Kershaw, la teoría de la huida es una invención basada en rumores infundados, alimentada por el vacío informativo tras la caída del régimen nazi.
Documentos desclasificados: ¿Por qué los rumores persisten?
La reciente desclasificación de documentos de la CIA ha proporcionado nueva información sobre las operaciones de inteligencia durante y después de la Segunda Guerra Mundial, pero esta información no confirma la huida de Hitler. La CIA en sus informes menciona que las versiones sobre la huida de Hitler son rumores no verificados. Los documentos también muestran cómo las agencias de inteligencia trataron de rastrear a posibles criminales de guerra nazis, pero ninguna evidencia directa ha confirmado la presencia de Hitler en Sudamérica.
Sin embargo, la desclasificación de estos archivos ha renovado el interés en la figura de Hitler y las teorías sobre su huida, aunque, como sostienen la mayoría de los historiadores, no hay pruebas que respalden estas historias.
El mito de que Adolf Hitler vivió en Sudamérica después de la Segunda Guerra Mundial sigue siendo uno de los grandes misterios históricos no resueltos. Si bien los documentos desclasificados por la CIA en 2017 han renovado el debate, la evidencia científica y histórica apoya la versión de su suicidio en 1945. A pesar de esto, las teorías sobre su huida a Sudamérica siguen siendo populares en el imaginario colectivo, alimentadas por los misteriosos documentos y los testimonios sin confirmar.