El boliche en el que Ezequiel Altamira fue asesinado hace cinco meses, ubicado en la localidad bonaerense de Ituzaingó, fue clausurado y los familiares y amigos del adolescente realizaron una marcha en la puerta de la municipalidad.

En diálogo con la agencia Noticias Argentinas, la madre de Ezequiel, Paola Eiroa, detalló conmocionada por la situación que las autoridades municipales los atendieron y que después de la reunión pusieron la faja de clausura. Ante este avance, la mujer relató que se trata de «un momento muy difícil”.

Además compartió un escrito, el cual lleva como bandera al reclamo de hoy: “Cinco meses pidiendo justicia, exigiendo respuestas, esperando que el municipio haga lo que tiene que hacer. Cinco meses de silencio, de promesas vacías, de funcionarios mirando para otro lado. Nosotros hicimos las cosas bien”.

“Marchamos en paz. Nos paramos frente a este municipio con respeto. Pedimos justicia de manera pacífica, con la esperanza de que alguien nos escuchara. Nos tomaron de pelotudos», manifestó.

Sobre el boliche, Paola refirió que acumula clausuras y habilitaciones «como si fueran trámites de rutina, con un historial de violencia, robos, discriminación y venta de alcohol a menores».

Además, sostuvo que aquel local bailable ya hubo muertes: «Ezequiel no tenía que haber estado esa noche”.

En cuanto a la situación familiar, manifestó: “Somos una familia en duelo, nos arrancaron a Ezequiel, y no vamos a parar. Se van a tener que enfrentar a nosotros, a nuestro dolor y a nuestra furia. ¡Justicia ya!”.