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Prisión preventiva por romper la tobillera electrónica e incumplir la prisión domiciliaria

El fiscal Horacio Maitini y la asistente letrada Nadia Pérez solicitaron que Franco Isaiat Vega Muñoz, condenado por delitos contra la propiedad, pase de prisión domiciliaria a prisión preventiva tras incumplir las condiciones de su detención. El pedido fue realizado debido a que el condenado rompió la tobillera electrónica y se ausentó de su domicilio. […]

El fiscal Horacio Maitini y la asistente letrada Nadia Pérez solicitaron que Franco Isaiat Vega Muñoz, condenado por delitos contra la propiedad, pase de prisión domiciliaria a prisión preventiva tras incumplir las condiciones de su detención. El pedido fue realizado debido a que el condenado rompió la tobillera electrónica y se ausentó de su domicilio.

Vega Muñoz, quien cumplía una condena de tres años de prisión efectiva por una serie de delitos contra la propiedad, había sido autorizado a cumplir la pena en su vivienda bajo monitoreo electrónico, mientras esperaba que la pena de tres años de prisión efectiva quede efectiva.

Sin embargo, el 25 de marzo, entre las 22:20 y las 2:30 del día siguiente, el condenado destruyó la tobillera electrónica que vigilaba su ubicación y salió de la vivienda durante varias horas, lo que motivó el pedido de cambio de medida.

La fiscalía formuló cargos contra Vega Muñoz por el delito de daño agravado, ya que la tobillera electrónica se considera un bien público. La asistente letrada Nadia Pérez presentó el caso ante la jueza Natalia Pelosso, quien evaluó los hechos en una audiencia que se llevó adelante ayer 26 de marzo.

El condenado había sido condenado a 3 años de prisión efectiva en diciembre de 2024 por delitos contra la propiedad, cuando estaba a la espera de que la pena sea ejecutada, se impuso prisión domiciliaria. Condiciones de detención que incumplió en enero de ese año cuando cometió un hurto.

En esa ocasión, el fiscal Maitini había solicitado que se le impusiera prisión preventiva, lo cual fue concedido inicialmente por un juez de garantías. No obstante, un tribunal superior ordenó que volviera a cumplir la medida en su domicilio. El nuevo incumplimiento llevó a la fiscalía a pedir nuevamente la prisión preventiva.

Entiendo el riesgo de fuga en el sentido de no respetar las normas para que la pena se pueda cumplir, y la prisión domiciliaria no es para salir a pasear” indicó la jueza.

La jueza Pelosso compartió el criterio del Ministerio Público Fiscal al considerar que existe riesgo de fuga y formuló los cargos por romper el dispositivo electrónico y ordenó la prisión preventiva por dos meses.

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