
El Día de la Tierra 2025, celebrado hoy 22 de abril, marca su 55.ª edición con un llamado urgente a triplicar la producción de energía limpia para 2030 bajo el lema “Nuestro Poder, Nuestro Planeta”. En un contexto de crisis climática, con un calentamiento global de 1,1 °C y fenómenos meteorológicos extremos, gobiernos, empresas y ciudadanos enfrentan la presión de actuar para proteger los ecosistemas y frenar la pérdida de biodiversidad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) impulsa este día para concienciar sobre la triple crisis planetaria: cambio climático, contaminación y pérdida de biodiversidad. La campaña global promueve acciones colectivas, desde reducir el consumo de plásticos de un solo uso hasta fomentar la reforestación, como el proyecto de Iberdrola que planea plantar 20 millones de árboles para 2030. Estas iniciativas buscan revertir la degradación ambiental y garantizar un futuro habitable.
En el ámbito político, la transición energética se posiciona como prioridad. Los expertos del IPCC advierten que las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando, y urgen medidas ambiciosas para cumplir con el Acuerdo de París de 2015. Sin embargo, la falta de compromiso de algunos gobiernos, como la no ratificación del Tratado Global de los Océanos por parte de la UE, genera críticas entre organizaciones ecologistas.
La sociedad civil desempeña un rol clave en esta lucha. En Argentina, por ejemplo, cerca de 2 millones de personas han firmado peticiones en los últimos 10 años a través de Change.org para exigir regulaciones ambientales más estrictas. Esta “militancia digital” refleja una creciente preocupación por la sostenibilidad y el cumplimiento de normativas que protejan la naturaleza.