
El Consejo de Fútbol de Boca Juniors decidió interrumpir el contrato de Fernando Gago como entrenador, según fuentes confiables cercanas al club, tras una reunión clave celebrada este lunes. La determinación llega después de una serie de resultados decepcionantes, destacando la eliminación en la Fase 2 de la Copa Libertadores ante Alianza Lima, un hecho que marcó un punto de inflexión en la relación entre el técnico y la dirigencia. La noticia, adelantada por periodistas especializados en redes sociales, sacude al mundo xeneize y plantea interrogantes sobre el futuro inmediato del equipo.
La eliminación en Libertadores fue el detonante principal de la salida de Gago. La derrota en penales frente al conjunto peruano, en febrero de 2025, generó una ola de críticas desde la hinchada y puso al entrenador bajo escrutinio. A pesar de victorias en el torneo local, como el 3-0 ante Central Córdoba, el Consejo de Fútbol, liderado por Juan Román Riquelme, consideró que el proyecto de Gago no cumplía con las expectativas de un club que aspira a competir en el máximo nivel continental. La falta de un estilo de juego consolidado también pesó en la evaluación.
Gago expresó su intención de continuar tras la eliminación, asegurando en conferencia de prensa que se sentía “con fuerzas al ciento por ciento”. Sin embargo, su mensaje no logró convencer a la dirigencia, que ya analizaba su continuidad desde hace semanas. Según trascendidos, el Consejo de Fútbol evaluó el estado anímico del entrenador y la pérdida de apoyo de parte del plantel, factores que inclinaron la balanza hacia su despido. La relación con los hinchas, tensa tras silbidos y un incidente con una botella arrojada, también influyó.
La indemnización será un tema central en las negociaciones de salida. Con un contrato vigente hasta diciembre de 2025, Boca deberá desembolsar una suma millonaria para finalizar el vínculo con Gago, lo que representa un desafío económico para el club. La dirigencia, consciente de esta situación, habría intentado que el entrenador renunciara, pero Gago dejó claro que solo abandonaría el cargo si era despedido, forzando a la institución a asumir los costos de la rescisión.
Mariano Herrón asumirá como interino mientras Boca define al nuevo entrenador. Herrón, una figura recurrente en momentos de transición, dirigirá al equipo en los próximos compromisos, comenzando con el partido ante Belgrano en Córdoba. La elección del reemplazante permanente genera expectativa, ya que el Consejo de Fútbol busca un perfil que combine resultados inmediatos con una identidad de juego que conecte con la historia del club.
El paso de Gago por Boca dejó resultados mixtos. Desde su llegada en octubre de 2024, tras dirigir a Chivas de Guadalajara, el entrenador acumuló 3 victorias, 3 empates y 3 derrotas en 9 partidos. Aunque logró triunfos importantes en la Liga Profesional, como el 4-1 ante Godoy Cruz, fracasos como la eliminación en la Copa Argentina ante Vélez y los errores defensivos en partidos clave opacaron su gestión. Su esquema 4-3-3, enfocado en la posesión, no terminó de cuajar.
La presión de los hinchas fue un factor determinante. La Bombonera, que inicialmente recibió a Gago con entusiasmo por su pasado como jugador, se volvió un escenario hostil tras la caída en Libertadores. Los abucheos durante el anuncio de las formaciones y los cánticos en contra reflejaron el desencanto de una afición que exige títulos y regularidad. Este clima de rechazo complicó la posición del entrenador frente a la dirigencia.
El futuro de Boca queda en un limbo estratégico. Con el Mundial de Clubes en el horizonte y la necesidad de clasificar a la Libertadores 2026, el club enfrenta un momento crítico. La salida de Gago, sumada a la búsqueda de un nuevo técnico, pone a prueba la gestión de Riquelme y el Consejo de Fútbol, cuya decisión será clave para recuperar la confianza de los socios y apuntalar el proyecto deportivo del xeneize.