Alarma por la basura que dejan los usuarios en el lago Mari Menuco

En los últimos años, uno de los destinos turísticos más visitados en Neuquén, Mari Menuco, ha sido escenario de un creciente problema ambiental: la acumulación de basura en sus costas. Este bello lugar, ideal para disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo, el navegamiento y el buceo, se ha visto invadido por residuos […]

En los últimos años, uno de los destinos turísticos más visitados en Neuquén, Mari Menuco, ha sido escenario de un creciente problema ambiental: la acumulación de basura en sus costas. Este bello lugar, ideal para disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo, el navegamiento y el buceo, se ha visto invadido por residuos dejados por los visitantes. Rodrigo Alfaro, buzo y habitante de la región, compartió su inquietud sobre la situación actual en el área, donde la falta de conciencia ambiental ha llevado a un deterioro del entorno natural.

«Es desolador llegar a la costa del lago y encontrarse con un panorama de basura, especialmente después de los fines de semana. Botellas, papeles, bolsas, hasta objetos como latas y cajas quedan regados por todas partes, incluso en el agua. La gente deja todo atrás, sin pensar en el daño que están causando», expresó Alfaro en una entrevista reciente. El buzo detalló que, cada vez que realiza sus actividades en Mari Menuco, se encuentra con un panorama que va en aumento, particularmente durante los meses de verano, cuando la afluencia de turistas y residentes crece.

A menudo, los jóvenes y adultos que visitan el área dejan residuos en los caminos, playas e incluso dentro del agua, sin preocuparse por las consecuencias ecológicas de sus acciones. «Es increíble la cantidad de basura que encontramos, especialmente este fin de semana, que fue algo de otro mundo», agregó Alfaro, quien hace un llamado a la responsabilidad individual para mejorar la situación. A medida que el clima mejora, más personas se acercan al lugar en busca de descanso y diversión, pero parece que el respeto por el entorno es cada vez menor.

«No sólo lo dejan allí, sino que las condiciones del clima, como el viento, dispersan la basura. Muchas veces, encontramos botellas y otros objetos que han sido arrojados al agua, lo que contamina aún más el ecosistema», explicó. Para Alfaro, la falta de infraestructura adecuada, como baños públicos o contenedores de basura, es uno de los principales factores que contribuyen a la contaminación. Aunque existen esfuerzos aislados para limpiar la zona, el compromiso de los visitantes y las autoridades sigue siendo insuficiente.

En un esfuerzo por hacer frente a este problema, Alfaro y su grupo de amigos toman la iniciativa de limpiar lo que pueden durante sus visitas. «Nosotros tratamos de levantar la mayor cantidad de basura posible. En nuestro caso, éramos solo tres grupos, pero si todos hiciéramos lo mismo, sería mucho más fácil», reflexionó. Sin embargo, el esfuerzo de un puñado de personas no es suficiente para resolver la magnitud del problema. La basura sigue acumulándose con rapidez, y la situación se vuelve cada vez más insostenible.

El panorama de desechos no solo está afectando la calidad del agua y la belleza del paisaje, sino que también pone en riesgo la salud de quienes disfrutan de la zona. La presencia de objetos contaminantes en el agua, como latas, botellas plásticas y papeles, impacta no solo a quienes nadan o bucean, sino también a la fauna local, que se ve afectada por la contaminación.

«Lo que más me molesta es la falta de respeto por los espacios públicos», lamentó Alfaro. «Si la gente fuera más consciente de que estos lugares no son privados, sino de todos, quizás se preocuparían más por mantenerlos limpios y protegerlos». En su opinión, una de las soluciones más simples es que cada visitante lleve una bolsa para la basura, se lleve lo que trajo y no deje residuos en el lugar. «No cuesta nada, es solo un poco de responsabilidad. Lamentablemente, parece que la gente no entiende que esto es un esfuerzo de todos», dijo.

Alternativas como la instalación de contenedores para reciclaje, la educación ambiental y el diseño de políticas públicas que fomenten el respeto por la naturaleza pueden ser soluciones clave para reducir la acumulación de basura en zonas recreativas. Sin embargo, Alfaro considera que es fundamental crear conciencia y promover una cultura del reciclaje entre los turistas y los residentes.

«La mayoría de los desechos que encontramos son reciclables, así que no hay excusa para no llevarse la basura. Lo más difícil de manejar son los desechos orgánicos, pero en cuanto a lo que es plástico y vidrio, eso se puede reciclar», sugirió Alfaro. Sin embargo, el gran problema sigue siendo el abandono de residuos y la falta de control por parte de las autoridades encargadas de gestionar el espacio público.

Para Rodrigo Alfaro, el futuro de Mari Menuco depende de la acción conjunta de los habitantes, turistas y autoridades locales. Es imprescindible que todos se sumen a la preservación de este valioso entorno natural y tomen acciones concretas para evitar que continúe el deterioro. Si no se toman decisiones rápidas, la belleza del lugar podría verse irreversiblemente afectada por la contaminación.

 

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