Australia también enfrenta a Trump

Australia no impondrá aranceles de represalia a los Estados Unidos, a pesar de su fracaso para asegurar una exención de los impuestos de importación de la Administración Trump sobre el acero y el aluminio australianos, informó este miércoles el primer ministro Anthony Albanese, quien describió los aranceles como «totalmente injustificados». «Esto va en contra del espíritu de […]

Australia no impondrá aranceles de represalia a los Estados Unidos, a pesar de su fracaso para asegurar una exención de los impuestos de importación de la Administración Trump sobre el acero y el aluminio australianos, informó este miércoles el primer ministro Anthony Albanese, quien describió los aranceles como «totalmente injustificados».

«Esto va en contra del espíritu de la amistad duradera de nuestras dos naciones y fundamentalmente en desacuerdo con los beneficios que nuestra asociación económica ha proporcionado durante más de 70 años», afirmó Albanese en una conferencia de prensa en Sídney recogió la agencia de noticias Xinhua.

Albanese añadió que la decisión del presidente Donald Trump de imponer aranceles a Australia es sin duda una medida negativa para la relación de aquel país con los Estados Unidos.

«Esta decisión también eleva los costes de importación en los Estados Unidos, y estos costes serán asumidos por los estadounidenses, no por los australianos», enfatizó.

La decisión estadounidense «no fue un acto amistoso», según el primer ministro. Australia comparte una estrecha relación con el país norteamericano y los verdaderos amigos deben actuar de manera que refuercen la percepción de su amistad entre sus poblaciones, agregó.

Albanese confirmó que Australia no tomaría represalias contra los aranceles de Trump, explicando que tales acciones solo aumentarían los precios para los consumidores australianos e impulsarían la inflación.

Añadió que Australia seguiría colaborando de forma constructiva con Estados Unidos, defendiendo los beneficios del comercio australiano y su impacto positivo en la población estadounidense.

El 10 de febrero, Trump firmó órdenes ejecutivas para elevar los aranceles sobre el aluminio del 10 al 25 por ciento, alineándolos con la tasa arancelaria existente para el acero. También decidió eliminar las cuotas libres de impuestos, exenciones y exclusiones para los aranceles del acero y el aluminio.

Se espera que se vean afectadas exportaciones australianas por valor de unos 1.000 millones de dólares australianos (630 millones de dólares estadounidenses).

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