El conflicto por tierras entre la comunidad mapuche Paichil Antriao y el exbasquetbolista Manu Ginóbili ha resurgido en las últimas semanas, poniendo de relieve una disputa que comenzó en 2018 y que actualmente se encuentra en los tribunales. Tino Nawel, Werken (vocero) del Lof Paichil Antriao, brindó detalles sobre la situación en una entrevista con Radio 7. Según Nawel, la controversia surgió cuando la comunidad advirtió el avance de maquinarias sobre tierras reclamadas como parte de su territorio ancestral, ubicadas en la ladera de Belvedere, a orillas del Lago Correntoso, en la zona sur de la provincia de Neuquén.
«Este no es un tema nuevo. La causa se abrió en 2018 cuando intervenimos para frenar el avance de máquinas que estaban abriendo un camino en un terreno de 14 hectáreas, hoy reclamado por Ginóbili», explicó Nawel. El conflicto territorial se remonta a 1902, cuando el entonces presidente Julio Argentino Roca entregó 625 hectáreas del lote pastoril número 9 a dos personas como parte de un acuerdo para demarcar los límites entre Argentina y Chile. Sin embargo, la comunidad Paichil Antriao sostiene que estas tierras siempre pertenecieron a su territorio ancestral.
El problema se agudizó cuando, durante la dictadura militar, un intendente local vendió estos terrenos sin reconocer su vinculación histórica con la comunidad mapuche. En ese contexto, Ginóbili adquirió parte de estas tierras, y la comunidad Paichil Antriao lo acusa de usurpación. «Ginóbili, como otros propietarios, está sobre tierras que forman parte de nuestro territorio ancestral. La compra de estos lotes es consecuencia de una maniobra irregular durante la dictadura», afirmó Nawel.
El juicio por amenazas y usurpación, que involucra al exbasquetbolista, ha generado gran expectativa. La comunidad, según Nawel, espera que la carpeta técnica que delimita el territorio mapuche, elaborada bajo la Ley 26.160, sea determinante en el proceso judicial. «Este documento es crucial para demostrar nuestros derechos sobre estas tierras. El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) ya avaló el informe y estamos esperando la firma del presidente del INAI para que la carpeta sea oficial», explicó.
El conflicto por las tierras no sólo se reduce a la disputa legal. Nawel también destacó la importancia histórica y cultural de este territorio para la comunidad. «Estas tierras son mucho más que propiedades. Aquí están enterrados nuestros ancestros, y este territorio ha sido parte de nuestra historia y cultura por generaciones», señaló. En particular, mencionó un cementerio ancestral en el lugar, lo que añade una dimensión espiritual al reclamo territorial.
Por su parte, Ginóbili ha defendido la legalidad de su compra, argumentando que adquirió las tierras de manera legítima. Sin embargo, la comunidad mapuche sostiene que esta transacción fue producto de un proceso irregular y que no reconoce los derechos históricos de la comunidad sobre las tierras en cuestión.
El conflicto sigue siendo motivo de tensión en la región, y las expectativas están puestas en el desarrollo del juicio. «Para nosotros, este juicio no es sólo sobre tierras, es sobre el respeto a nuestra identidad, nuestra historia y nuestros derechos como pueblo originario», concluyó Nawel. Mientras tanto, la comunidad continúa esperando una resolución favorable que les permita recuperar su territorio y poner fin a un conflicto que ya lleva varios años.
