Avioneta pasó a baja altura sobre bañistas en Villa Regina

Un hecho alarmante ocurrió en el balneario Isla 58 de Villa Regina, cuando una avioneta pasó peligrosamente a baja altura sobre un grupo de bañistas, generando pánico entre los presentes. Aunque para algunos fue un espectáculo inusual, la situación constituye una violación grave al Código Aeronáutico Argentino. El incidente en detalle El sábado por la […]

Un hecho alarmante ocurrió en el balneario Isla 58 de Villa Regina, cuando una avioneta pasó peligrosamente a baja altura sobre un grupo de bañistas, generando pánico entre los presentes. Aunque para algunos fue un espectáculo inusual, la situación constituye una violación grave al Código Aeronáutico Argentino.

El incidente en detalle

El sábado por la tarde, la avioneta descendió a una altura mucho menor a la permitida, pasando a centímetros de las cabezas de las personas que disfrutaban de la tarde junto al río. Según testigos, un joven salió corriendo aterrorizado al ver la aeronave tan cerca. Si bien algunos espectadores consideraron el hecho como algo «digno de ver», el peligro era evidente.

La maniobra viola el artículo 221 inciso 2 del Código Aeronáutico, que establece una pena de 6 meses a 4 años de prisión para quienes vuelen por debajo de los 1.000 pies (300 metros) sin autorización. Además, esta acción pone en riesgo tanto a quienes están en tierra como al propio piloto.

Reacción y consecuencias legales

El aeropuerto de Neuquén, que supervisa la seguridad aeroportuaria de la región, ya notificó a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) para iniciar las acciones legales correspondientes contra el piloto y, potencialmente, contra el aeródromo de Villa Regina, si se comprobara que hubo algún tipo de autorización irregular.

Rigo Castaño destacó que, aunque existen espectáculos aéreos que permiten maniobras controladas con medidas de seguridad, realizar estas acciones sin autorización y en espacios no preparados es un acto irresponsable y sancionable.

Mientras algunos bañistas se mostraron fascinados por el espectáculo, otros, como un joven que escapó del agua al paso de la avioneta, vivieron momentos de terror. “Las imágenes no reflejan la sensación de estar ahí. El ruido y las vibraciones hacen que sea mucho más impactante en persona”, comentó el corresponsal.

 

 

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