
El deterioro de las calles en Neuquén, producto de fugas de agua y el desgaste del asfalto, continúa afectando la seguridad vial. En distintos sectores de la ciudad, los baches representan un riesgo para automovilistas y motociclistas, provocando incidentes y daños en los vehículos.
Uno de los puntos más afectados es la calle Cayasta, a la altura de la parada del Metrobús, donde un bache de gran tamaño, generado por filtraciones de agua, se ha convertido en un obstáculo constante. Según el movilero Rigo Castaño, quien recorrió la zona, se trata de “pozos de agua y no es un error, porque son pozos originados por el agua».
Situaciones similares se presentan en las calles Necochea y Novella, donde la acumulación de agua dificulta la visibilidad de los baches. «Así como este, hay por todos lados. Pequeñas fugas de agua que, como no son grandes, no llaman tanto la atención ni parecen una emergencia, pero con el tiempo el asfalto cede»,explicó Castaño.
El problema no solo afecta la circulación, sino que también provoca daños materiales. Los vehículos sufren roturas en tren delantero, cazoletas y amortiguadores, lo que implica altos costos de reparación. Además, el riesgo es mayor para los motociclistas.
“Si venís en moto y lo agarras de lleno, afecta columna, brazos y piernas. Ya se han producido varios accidentes de motociclistas que creen que es simplemente un poco de agua”, advirtió el periodista.
Los baches también generan maniobras riesgosas en los conductores. «Algunos los identifican en el último segundo y hacen un volantazo, lo que a esa velocidad es peligroso”, señaló Castaño. En varios casos, los automovilistas aumentan la velocidad para evitar quedar atrapados en el tráfico generado por los pozos, lo que incrementa el riesgo de siniestros viales.