
Los habitantes de Balsa Las Perlas expresaron su hartazgo ante la falta de seguridad y el abandono estatal por parte del municipio de Cipolletti. Con apenas tres policías destinados para un área de 10.000 habitantes, sin móviles disponibles para el traslado y los patrullajes, ni línea telefónica en la Comisaría, los robos son constantes.
La única dependencia policial del lugar es un destacamento que depende de la Comisaría 4ta de Cipolletti, ubicada a más de 17 kilómetros. Los vecinos afirman que ante cualquier hecho delictivo, deben trasladarse hasta la comisaría para realizar la denuncia, lo que expone la vulnerabilidad del sistema de seguridad del lugar.
“Tenemos tres policías para 10.000 habitantes, la comisaría no tiene teléfono. Cuando te están robando tenés que ir hasta la comisaría y avisar que te están robando, mientras terminan de robar todo. A eso sumale que tuvieron roto el móvil 4 días, pero tampoco dispone de nafta para los recorridos” indicó Verónica, vecina de Balsa Las Perlas.
Los vecinos aseguran que tienen identificados a quienes cometen robos, ya que cuentan con videos y fotos como pruebas. Sin embargo, los detenidos recuperan la libertad en pocas horas, con el argumento de que no poseen antecedentes y el sistema no dispone de herramientas para su detención.
“Anoche vino un vecino llorando porque les robaron anoche y les sacaron todo, no solo es lo que sacan, sino el daño que hacen. Se conocen con nombre y apellido, hay cámaras, fotos de las caras pero los liberan a las 2 horas, que ya estaban robando garrafas” agregó Verónica.
Según los vecinos, la Justicia los deja en libertad con el argumento de que no tienen antecedentes, pero sostienen que hay un problema en el sistema que no registra condenas previas.
“Liberan a los delincuentes porque dicen que no tienen antecedentes cuando en realidad tienen un problema de sistema. Había una persona que estaba cumpliendo condena cruzando el puente y en el sistema figuraba como que no, entonces lo liberaron” enfatizó la vecina.
El problema trasciende la seguridad y alcanza a otros servicios esenciales como la salud. La posta sanitaria también sufre la precariedad: no cuenta con un teléfono y los profesionales de la salud renuncian a sus puestos debido a las deficientes condiciones laborales.
Además, la localidad no tiene acceso regularizado a agua potable, lo que agrava la vulnerabilidad de su población.
Los residentes señalan que aunque Balsa Las Perlas figura administrativamente como un barrio de Cipolletti, su crecimiento poblacional que asciende a 10.000 personas y la distancia con la ciudad, exigen mayor autonomía y recursos. Sin un presupuesto adecuado, la zona continúa sin infraestructura y cada vez con más casos de inseguridad.