El economista Carlos Melconian analizó las dificultades para levantar las restricciones en el mercado cambiario, afirmando que el cepo es “ilevantable” debido a la falta de herramientas del Gobierno para hacerlo. Durante una entrevista radial, Melconian, enumeró las variables críticas que complican esta situación.
“Reservas cero, comercio exterior con un flujo justito y hay que ir a negociar con el FMI. Entonces, ¿cómo se abre el cepo ahí?”, se preguntó Melconian, destacando la insuficiencia de reservas y las limitaciones en el comercio exterior.
Melconian explicó que el Gobierno inició su gestión con un régimen cambiario dolarizador. Sin embargo, actualmente hay ministros que apoyan el modelo diciendo que no se puede abrir el cepo, lo que genera inconsistencias en la política cambiaria.
“Los ministros no pueden rifar el crédito tan fácil diciendo estas cosas; eso lo deben decir los políticos y ponerse el uniforme de la credibilidad”, añadió.
El economista también mencionó que el cepo podría tener una agenda para 2024/2025 anunciada por el ministro Caputo, pero resaltó que el Gobierno está en un período de transición. La parte más fácil de la emergencia económica que recibió ya terminó, según su análisis.
“La performance en pesos y en dólares a futuro es irrepetible”, advirtió Melconian, y explicó que el Gobierno enfrentó dificultades al comprar US$17.000 millones y embolsar poco más de US$11.000 millones, debido a la necesidad de honrar obligaciones previas. “Lo que se embolsó vale cero, porque los que se fueron dejaron ese monto en negativo”, añadió.
Para enfrentar el cepo, Melconian enfatizó que es crucial tener en cuenta que hay cero dólares embolsados y que el flujo de comercio exterior está limitado por las restricciones. Además, mencionó que los argentinos seguirán tentados a ahorrar en dólares, un desafío significativo para cualquier intento de levantar el cepo.
Finalmente, Melconian subrayó la importancia de considerar los vencimientos de deuda hasta 2025, que suman aproximadamente US$20.000 millones. “Es esencial que alguien viaje al exterior y discuta seriamente con el FMI y el Banco Mundial sobre cuánto nos pueden dar y las obras de infraestructura con créditos asignados”, concluyó.