Luego de que se conociera la noticia de la construcción de un templo evangélico en la esquina de Primero Pobladores y Río Neuquén, Gustavo Salinas, pastor evangélico, aclaró que el lugar donde se instalará su auditorio Alta Gracia no se trata puntualmente del lugar donde funcionaba el boliche Las Palmas (actualmente SENS), sino que es un edificio contiguo.
“No será exactamente en el mismo lugar sino en un edificio al lado, completamente ajeno a lo que haga el boliche”, resaltó Salinas en comunicación con Noticias 7. Más temprano, se conoció un video en redes sociales que causó cierta polémica, donde el pastor anunciaba los avances de la construcción del templo en lo que “algún momento fue el boliche las Palmas”. Sin embargo, aclaró Salinas, se refería al predio y no al viejo local bailable.
El auditorio, detalló Salinas es una iglesia cristiana con una vision paternal pensada para e la divulgación del evangelio. Fuera de lo que dijeron los medios, el lugar se está remodelando para hacer lugar a un escenario y espacio para 5200 personas sentadas. “Lo que en un momento fue usado para la perdición, consumo de drogas y nocturnidad va a pasar a ser un lugar de luz”, afirmó.
Con respecto al caso de la desaparición del estudiante Sergio Ávalos, al momento del alquilar el local, el dueño aseguró que no tienen nada que ver con la causa y que fue parte de las pericias pero ya no forma parte de la investigación.
“Desconozco lo que ocurrió con Sergio Avalos, yo era muy chico”, sostuvo Salinas y agregó que “lo que tenga que salir a la luz saldrá a la luz con la justicia terrenal o sino la justicia de Dios. No me compete opinar sobre eso”.
Según el predicador, críticas van a haber al igual que cometarios de odio pero aseguró no tener nada que ver a lo que fue el boliche y lo que pasó ahí. “Es un sector que está asignado a la delincuencia y venimos a traer rescate a lo que la sociedad margina”, afirmó.
Además, hizo extensiva la invitación a el día de la inauguración para que “vean lo que es una verdadera iglesia cristiana”, mientras que trabajan junto con los miembros de la comunidad (denominados “Hijos de Casa”) para dejar el lugar listo en un período de 20 a 30 días.
