Caso Valentín: «Mi hijo no podía terminar en muerte cerebral por una hernia»

Ariana Toledo, madre de Valentín, un niño de cuatro años, enfrenta un profundo dolor y busca justicia tras la trágica muerte de su hijo, presuntamente a causa de mala praxis en un sanatorio  de General Roca. El pequeño falleció luego de una operación programada para corregir una hernia diafragmática. La justicia de General Roca está […]

Ariana Toledo, madre de Valentín, un niño de cuatro años, enfrenta un profundo dolor y busca justicia tras la trágica muerte de su hijo, presuntamente a causa de mala praxis en un sanatorio  de General Roca. El pequeño falleció luego de una operación programada para corregir una hernia diafragmática.

La justicia de General Roca está investigando el caso como homicidio culposo, luego de que la autopsia confirmara esta conclusión. Según Toledo, la formulación de cargos contra los responsables aún no se ha concretado. “Todavía no está la formulación, pero todas las personas que estuvieron en el quirófano saben qué pasó,” afirmó con firmeza la madre del menor.

Valentín fue sometido a una cirugía para corregir una hernia diafragmática, una operación que según Toledo, estaba programada y contaba con un prequirúrgico excelente. “Su salud era buena, y la hernia no presentaba complicaciones graves. El médico decidió operarlo para evitar problemas futuros,” explicó Ariana Toledo.

El día de la intervención, el niño ingresó al quirófano hablando y animado, pero la operación, que debía durar entre una hora y hora y media, se extendió más del doble de tiempo. Toledo recuerda: “El médico me dijo que Valentín tuvo un poco de bradicardia y lo pasaron a terapia por protocolo.” Sin embargo, las complicaciones no terminaron ahí.

En terapia intensiva, Valentín fue conectado a un respirador y a diversos aparatos, sin mostrar signos de mejora. La situación se agravó cuando la anestesista le reveló a Toledo que su hijo no había sufrido “un poco de bradicardia”, sino que había experimentado un paro cardíaco completo. Además, se mencionó una hipoxia causada por una obstrucción al intentar intubar al niño, situación que, según Toledo, debió ser controlada por el personal médico presente.

“Mi hijo no podía terminar en muerte cerebral por una hernia”, declaró Toledo, angustiada por la cadena de eventos y la falta de respuestas claras de parte del equipo médico.

El caso de Valentín ha resonado en la comunidad, y Toledo está planeando futuras manifestaciones públicas para exigir justicia. La familia, en medio de su duelo, se prepara para enfrentar un largo proceso judicial. “Estamos esperando la formulación de cargos. No sé qué más decir, es algo espantoso perder a mi único hijito,” concluyó con voz entrecortada.

Ariana Toledo y su familia continúan luchando por esclarecer los hechos y responsabilizar a los involucrados en la tragedia que les arrebató a Valentín.

 

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