
Dos mujeres abordaron un taxi la madrugada del sábado en el Barrio La Rivera de Cipolletti. Una vez adentro del vehículo, amenazaron con un cuchillo y le colocaron un cable alrededor del cuello de la conductora. De esta forma sustrajeron su celular, documentación y dinero en efectivo.
Finalmente, las dos mujeres huyeron hacia la zona de chacras y fueron detenidas en las inmediaciones del lugar. En la audiencia judicial que se llevó a cabo este fin de semana, se les formularon cargos por robo agravado y defraudación. Además, se determinaron cuatro meses de prisión preventiva para las acusadas mientras avanza la investigación.
El hecho ocurrió el sábado cuando las imputadas, que se encontraban en el barrio La Rivera, solicitaron específicamente un taxi conducido por una mujer y argumentaron razones de seguridad. En un contexto de creciente violencia hacia las mujeres, la empresa de taxis respetó el pedido y envió a una taxista.
Una vez que subieron al vehículo, las pasajeras amenazaron a la conductora con un cuchillo y le colocaron un cable alrededor del cuello. De este modo, lograron sustraerle sus pertenencias, documentación y dinero en efectivo. Luego del robo, huyeron del lugar y se adentraron en caminos de chacra para evitar ser capturadas.
La víctima logró dar aviso a las autoridades sobre el robo mediante el sistema de radio-móvil. La agresoras utilizaron el celular robado para realizar una transferencia de dinero desde la cuenta de la conductora a la de una de ellas, en ese instante fueron aprehendidas por agentes policiales. La rapidez de la intervención policial permitió recuperar algunos de los elementos sustraídos.
La Fiscalía reunió el material probatorio necesario el mismo sábado y solicitó la formulación de cargos, la cual se llevó adelante ayer domingo. Durante la audiencia judicial, la Jueza de Garantías ordenó la apertura de la investigación penal preparatoria por un período de cuatro meses. Además, aceptó el pedido de la Fiscalía y dispuso la prisión preventiva de las acusadas durante el mismo plazo.
Resulta llamativo que dos mujeres soliciten específicamente el servicio de una conductora mujer, al justificar su elección en la necesidad de sentirse más seguras ante la mayor vulnerabilidad y el riesgo de violencia durante la noche.
Pese a que el pedido fue atendido, terminó convirtiéndose en una trampa que reprodujo las mismas lógicas de abuso que se buscan erradicar: mujeres que se aprovecharon de la fragilidad de otra mujer, en este caso, de una trabajadora.