Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Estocolmo, Suecia, sugiere que compensar las horas de sueño perdidas durante la semana durmiendo más el fin de semana podría tener un impacto positivo en la salud y la longevidad. La investigación, publicada en el Journal of Sleep Research, analizó los hábitos de más de 38 mil suecos durante 13 años, arrojando luz sobre uno de los interrogantes más comunes sobre el sueño.
El estudio reveló que las personas menores de 65 años que duermen cinco horas o menos cada noche, toda la semana, tienen una esperanza de vida menor que aquellas que duermen de manera constante siete horas por noche. Sin embargo, el hallazgo más relevante del estudio es que aquellos que no logran descansar adecuadamente durante la semana, pero añaden una o dos horas extra de sueño los fines de semana, presentan una esperanza de vida similar a quienes mantienen una rutina de sueño regular.
Este descubrimiento brinda respaldo científico a la práctica de “remolonear” en la cama durante los fines de semana, sugiriendo que puede ser una estrategia efectiva para mitigar los efectos negativos de la falta de sueño acumulada.
El insomnio, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es un problema de salud pública que afecta al 40% de la población mundial, lo que subraya la importancia de encontrar maneras de mejorar la calidad del descanso. La OMS recomienda diferentes horas de sueño según la edad: los recién nacidos deben dormir hasta 18 horas al día, los niños entre 10 y 12 horas, los adolescentes entre 8 y 9 horas, y los adultos deben aspirar a dormir entre 7 y 8 horas cada noche.
No obstante, los estudios también indican que, a lo largo del tiempo, las personas han reducido significativamente sus horas de sueño. En los años 40, se dormían en promedio más de 8 horas por noche, mientras que en la actualidad, esa cifra ha disminuido a alrededor de 6,7 horas, una cantidad insuficiente para mantener una salud óptima, según los expertos.
En un mundo cada vez más acelerado, este estudio ofrece una perspectiva valiosa sobre cómo gestionar la falta de sueño y mejorar la salud a largo plazo. Aunque lo ideal es mantener una rutina de sueño constante, compensar las horas perdidas durante los fines de semana puede ser una solución viable para muchos.