Daniel Pacheco, acusado de asesinar a tiros al ex de su pareja, fue hallado culpable de homicidio agravado en un juicio que se extendió por cinco días. El asesinato ocurrió hace un año en el barrio Valentina Sur de Neuquén. La sentencia para Pacheco aún está pendiente, pero el cargo por el cual fue condenado podría acarrear una pena de prisión perpetua.

El juicio, dirigido por el fiscal jefe Agustín García y el asistente letrado Pablo Jávega, concluyó con la confirmación de la responsabilidad de Pacheco en la muerte de José Luis Correa. El equipo fiscal logró demostrar que Pacheco disparó el arma que causó la muerte inmediata de la víctima. La investigación reveló que Pacheco y su pareja, Andrea Yanina Calfín, llegaron a la residencia de Correa en un automóvil blanco de propiedad de Calfín.

El fiscal García presentó una teoría del caso que apuntó a Pacheco como coautor del crimen, destacando su relación con Calfín, quien ya había sido condenada a 13 años y seis meses de prisión en un acuerdo con la Fiscalía. La condena de Calfín, quien también participó en el crimen, se redujo debido a que fue víctima de violencia durante su relación con Correa.

El hecho que llevó a la condena de Pacheco ocurrió el 16 de septiembre, cuando él y Calfín se dirigieron al domicilio de Correa. Tras una discusión, Pacheco disparó al menos cuatro veces desde el asiento del acompañante, hiriendo fatalmente a Correa con una lesión pulmonar y cardíaca. Después del ataque, ambos se dieron a la fuga y regresaron al hogar de Calfín.

El jurado, luego de deliberar durante dos horas, declaró a Pacheco culpable de homicidio agravado por el vínculo y el uso de un arma de fuego. El vínculo se refiere a la relación existente entre Calfín, en ese momento pareja de Pacheco, y la víctima.

El juez técnico, Luciano Hermosilla, será el encargado de determinar la pena final, aunque los cargos presentados contra Pacheco están sujetos a una pena de prisión perpetua debido a los agravantes. La audiencia para definir la duración de la condena se llevará a cabo en los próximos días.

Este caso resalta las complejidades del sistema judicial en casos de homicidio agravado y pone de manifiesto las difíciles dinámicas de relaciones personales involucradas en crímenes violentos.