Ayer, 23 de agosto, un incidente alarmante sacudió la Ruta 8, cerca de San Patricio del Chañar. Un camión que transportaba sustancias químicas peligrosas, entre ellas un solvente ácido, se incendió, generando una situación de alto riesgo que fue controlada por bomberos locales y la brigada de la empresa PAE. Lo que podría haberse convertido en una catástrofe ambiental fue evitado, pero las autoridades ahora centran su atención en las posibles infracciones y negligencias que pudieron haber provocado el siniestro.

El fiscal Maximiliano Breide Obeid, responsable de delitos ambientales en la región, tomó cartas en el asunto. «Estamos investigando por qué el camionero se detuvo a la vera de la ruta, algo que está prohibido cuando se transportan sustancias peligrosas,» afirmó Breide Obeid en una entrevista con Radio 7. Según la normativa vigente, los conductores que transportan materiales de este tipo no pueden estacionarse en la ruta para descansar. «Es una infracción grave que podría haber puesto en peligro no solo al conductor, sino a toda la zona circundante,» agregó el fiscal.

El foco de la investigación también recae sobre la empresa responsable del camión, Vista, y su cumplimiento con las normativas de seguridad. «Estamos esperando informes detallados sobre las especificaciones del solvente y el trayecto del camión,» dijo Breide Obeid, subrayando la importancia de entender las causas que llevaron al chofer a detenerse y, en consecuencia, al incendio que pudo haber tenido consecuencias mucho más graves.

Aunque el incendio fue controlado sin que se reportaran heridos, los daños ambientales son motivo de preocupación. La Subsecretaría de Medio Ambiente se encuentra evaluando el área afectada, que abarca aproximadamente 60 metros cuadrados. «La remediación del suelo es indispensable para mitigar los efectos del derrame del ácido,» concluyó el fiscal, haciendo hincapié en la necesidad de establecer un precedente que garantice un transporte más seguro de este tipo de materiales.

Este incidente es un recordatorio contundente de los riesgos asociados con el transporte de sustancias peligrosas y de la responsabilidad que tanto los conductores como las empresas tienen en asegurar que se sigan todos los protocolos de seguridad. La investigación continuará para determinar las sanciones correspondientes y evitar que una situación similar vuelva a ocurrir en el futuro.