El incendio forestal que afecta la localidad de El Bolsón, en la provincia de Río Negro, sigue descontrolado, con vientos fuertes y la escasez de agua que favorecieron su expansión. En conversación con Orlando Báez, del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), se detalló la situación actual y los esfuerzos desplegados para contener el fuego.
Desde el inicio del incendio, más de 100 casas han sido afectadas, dejando a muchas familias sin hogar. El golpe más duro fue la pérdida de un vecino de 84 años, que decidió regresar a su vivienda para alimentar a su mascota, tras ser evacuado. Tristemente, fue alcanzado por el fuego y falleció en el intento. Orlando Báez detalló que, además, hay heridos leves entre los vecinos que intentaron proteger sus hogares.
El incendio ha consumido más de 2700 hectáreas de terreno en la zona, una cifra que sigue aumentando a medida que las llamas avanzan. El trabajo de los brigadistas, aunque constante, se ha visto obstaculizado por las condiciones climáticas adversas. No obstante, se logró la llegada de un avión hidrante adicional y refuerzos en materia de brigadistas provenientes de Buenos Aires.
Aunque las autoridades manejan la hipótesis de que el incendio pudo haber sido intencional, aún no se ha confirmado. La justicia de Río Negro está trabajando en la investigación. Se han encontrado pistas, como una botella que podría estar relacionada con el inicio del fuego, pero la justicia se encarga de corroborar los detalles. Por ahora, los esfuerzos están concentrados en combatir el fuego y evitar que las llamas sigan destruyendo viviendas.
Este incendio ha sido el más devastador registrado en la historia de El Bolsón y la provincia. Orlando Báez destacó la magnitud del evento, que ha dejado huellas profundas en la comunidad local. A pesar de los esfuerzos, la velocidad a la que se propagó el fuego – 9 kilómetros en solo 2 horas – ha dejado a todos atónitos. Este hecho subraya la urgencia de tomar medidas preventivas y de mejorar los protocolos para enfrentar futuras tragedias.
En cuanto a la ayuda a los afectados, se ha establecido un sistema de donaciones a través de una parroquia local que está recibiendo ropa, alimentos y agua para los vecinos que lo perdieron todo. Aunque se agradecen los gestos solidarios, no se están organizando campañas de donación masivas debido a la logística compleja de la situación.
Aunque el clima no es favorable para la llegada de lluvia, las autoridades siguen trabajando para contener el fuego y esperan que la situación mejore con la colaboración de los recursos humanos y materiales. Orlando Báez cerró la entrevista con un mensaje de esperanza, confiando en que la naturaleza también colabore para mitigar el desastre que está afectando a la región.