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El 14 de febrero se conmemora el Día Mundial de la Energía, una fecha establecida por la ONU en 1949 con el objetivo de reflexionar sobre el acceso universal a la electricidad y la sostenibilidad energética. Mientras millones celebran el Día de los Enamorados, especialistas de 50 países se reúnen para debatir los desafíos del sector y establecer metas de desarrollo para los próximos años.
La eficiencia energética se convirtió en un aspecto clave para reducir el consumo de recursos en diversos sectores, desde la industria hasta los hogares. La optimización en la producción y el uso de energía no solo contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que también impacta positivamente en la economía y el bienestar social.
Un análisis en tiempo real del portal Electricity Map permite evaluar la generación y distribución eléctrica a nivel mundial. Según este monitoreo, los países con mayores emisiones de carbono y menor incorporación de renovables aparecen en tonalidades rojas, mientras que los más comprometidos con la transición energética figuran en verde.
En el caso de Argentina, el nivel de emisiones de carbono alcanza los 464 g, con solo un 27% de energías renovables. Comparado con Paraguay, que registra una intensidad de carbono de 26 g y una incorporación del 100% de energías limpias, la diferencia es significativa. Chile, por su parte, muestra una mejora relativa con un 48% de renovables y una emisión de 346 g de carbono.
En otras regiones del mundo, la situación varía drásticamente. Botsuana, en el sur de África, presenta uno de los peores desempeños con una intensidad de carbono de 817 g y una dependencia total de fuentes no renovables. La falta de regulaciones y tecnologías sostenibles impacta en la calidad ambiental de estas naciones.
El monitoreo de la electricidad en tiempo real permite identificar oportunidades de mejora y evaluar el cumplimiento de los compromisos climáticos. La transición hacia un modelo sustentable es uno de los mayores desafíos globales y requiere de políticas públicas, inversión en infraestructura y concientización social.
El Día Mundial de la Energía no solo invita a la reflexión sobre el consumo responsable, sino que también destaca la necesidad de acelerar los esfuerzos para garantizar el acceso equitativo y sostenible a la electricidad.