El Gobierno informó que heredó una deuda de US$11 millones de dólares en obras del Gasoducto Néstor Kirchner y expuso los retrasos recibidos en la construcción de las plantas compresoras de Tratayén y Salliqueló. Desde el Ejecutivo, el Secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, compartió datos sobre el estado de las obras al asumir el cargo en diciembre pasado.
Chirillo señaló que la planta compresora de Tratayén tenía un avance de construcción del 38% al momento de asumir Javier Milei la presidencia, cuando debía estar en el 94%. En el caso de Salliqueló, el avance era del 19%, aunque se esperaba que estuviera finalizada. Además, precisó que la obra en Vaca Muerta registraba una deuda con contratistas de US$2.5 millones, mientras que en Salliqueló, la deuda con contratistas ascendía a US$7 millones, sumado a US$1.5 millones por falta de pago de certificados de obra.
El funcionario también reveló que ambas plantas enfrentaban restricciones de acceso a divisas para importar debido a que las SIRAs (Sistema de Importaciones de la República Argentina) estaban “pisadas”. En Tratayén, los contratistas tenían precios desactualizados desde mayo de 2023 y se registró una demora de 81 días en la entrega del terreno a la empresa adjudicataria Sacde, lo que profundizó los retrasos. En Salliqueló, se estaba “a punto de rescindir el contrato” de construcción con la empresa UTE Eusuco-Contreras Hermanos.
Actualmente, las obras han avanzado y se estima que estarán finalizadas en septiembre, según documentos oficiales de Energía Argentina S.A. La construcción de Tratayén alcanzaba el 80,5% al 24 de mayo pasado, con la puesta en servicio prevista para el próximo 9 de julio. En Salliqueló, se espera que la planta esté operativa para el 30 de septiembre.
En el escenario actual, el gasoducto tiene capacidad para transportar 11 millones de metros cúbicos por día. Una vez completadas las obras faltantes, podrá transportar el doble, según cálculos de especialistas.