Elon Musk ajusta Starlink para preservar la astronomía terrestre

Elon Musk, fundador de SpaceX, anunció una serie de medidas para mitigar el impacto de los satélites Starlink en las investigaciones astronómicas, garantizando el avance tecnológico sin comprometer la calidad de las observaciones espaciales desde la Tierra. La expansión de Starlink generó preocupaciones en la comunidad científica debido al reflejo de la luz solar por […]

Elon Musk, fundador de SpaceX, anunció una serie de medidas para mitigar el impacto de los satélites Starlink en las investigaciones astronómicas, garantizando el avance tecnológico sin comprometer la calidad de las observaciones espaciales desde la Tierra.

La expansión de Starlink generó preocupaciones en la comunidad científica debido al reflejo de la luz solar por parte de los satélites, que afecta las imágenes captadas por telescopios. Ante este desafío, Musk decidió ajustar las órbitas de los dispositivos para minimizar su interferencia visual.

Los satélites ahora operan a 350 kilómetros de altitud, 200 kilómetros más bajos que antes. Este cambio ha reducido un 60% la cantidad de satélites visibles en las imágenes científicas. A menor altitud, el brillo disminuye debido a que los satélites pasan más tiempo en la sombra terrestre y cruzan el cielo más rápidamente.

Además, SpaceX implementó estrategias complementarias para colaborar con la comunidad astronómica. Entre ellas, compartir información sobre las trayectorias de los satélites para facilitar la planificación de observaciones y desarrollar software que predice el brillo de los dispositivos en el cielo nocturno.

Otra medida destacada es la colaboración de SpaceX con otras empresas del sector espacial. La compañía busca establecer estándares que minimicen el impacto visual de las constelaciones de satélites y promuevan prácticas responsables en la industria.

Sin embargo, las constelaciones de Starlink también plantean desafíos medioambientales. Algunos satélites liberan partículas al reingresar a la atmósfera, lo que podría contribuir al agotamiento de la capa de ozono. Esto abre un nuevo debate sobre el balance entre desarrollo tecnológico y sostenibilidad ambiental.

Desde su lanzamiento en 2019, Starlink ha revolucionado el acceso a internet en zonas remotas. Actualmente, cuenta con más de 5500 satélites en órbita y conecta a 4 millones de usuarios en más de 100 países, consolidándose como una herramienta clave para reducir la brecha digital.

El ambicioso plan de Musk busca equilibrar el avance tecnológico y la preservación del cielo nocturno, mostrando que la innovación puede ser compatible con la ciencia y la sostenibilidad.

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