
La conmoción se hizo sentir en Argentina y en todo el mundo este sábado, con la realización del funeral del Papa Francisco, el primer pontífice argentino y latinoamericano. En un acto de profunda humildad, Jorge Mario Bergoglio fue sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, bajo una sencilla lápida de mármol blanco que apenas lleva grabado su nombre: «Franciscus«.
La corresponsal enviada por el Grupo Alpha Media, Virginia Mejía, cubrió desde Roma cada detalle de la despedida: «Estamos en Santa María la Mayor, la basílica preferida de Francisco. Su tumba es muy discreta, absolutamente coherente con su estilo de vida sencillo«, relató.
Mejía destacó la masiva presencia de fieles: «Hoy vi más jóvenes que nunca. Caravanas y caravanas de chicos de todas partes, muchos durmiendo en parroquias y escuelas que abrieron sus puertas. Esto parece una segunda gran peregrinación«, describió. Y añadió: «Francisco pensó en todo. No sería raro que haya pedido que las parroquias se prepararan para recibirlos«.
El cortejo fúnebre, que trasladó el féretro desde la Basílica de San Pedro, recorrió calles emblemáticas de Roma como el Coliseo. «El traslado fue perfecto y emotivo, con miles de personas saludando a Francisco con banderas y carteles«, contó Mejía. Además remarcó: «Todo fue planificado por Francisco. Hasta los caminos que recorrió su cortejo reflejan su amor por la gente y por la calle«.
Virginia Mejía también aportó una imagen conmovedora: «En la plaza había un grupo de 100 psicólogos voluntarios para contener a las personas que se descompensaban por la emoción. La fe que generó Francisco sigue movilizando a millones«.
El Papa había previsto cada detalle de su despedida: desde el uso de un sencillo ataúd de madera hasta las modificaciones al protocolo funerario que impulsó en 2004, pidiendo más austeridad para los papas. «Esta ceremonia respeta exactamente lo que él quiso: humildad, cercanía y sobriedad«, explicó la enviada especial.
Respecto al clima en Roma, Mejía señaló: «La emoción es desbordante. Hay gente que dice que no sabe dónde va a dormir, pero que no se quiere ir hasta saber quién será el nuevo papa. Sienten que están custodiando el legado de Francisco«.
Concluido el funeral, comienza ahora el período de nueve días de duelo oficial y el proceso de sucesión papal. «Muchos hablan de un posible tapado, igual que ocurrió con Francisco en 2013. Nadie quiere perderse este momento histórico«, anticipó Mejía.
La muerte de Francisco marca el fin de una era que transformó las formas de la Iglesia Católica, pero dejó intacto el dogma. «Francisco revolucionó la Iglesia en sus gestos, en su apertura y en su opción por los pobres. Pero el dogma, como recordaba uno de los sacerdotes, no cambia«, cerró Virginia Mejía desde Roma.