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Tras 18 años de lucha, el Tribunal de Cipolletti dictó sentencia en el juicio por el secuestro y asesinato de Otoño Uriarte, la joven de 16 años que desapareció el 23 de octubre de 2006 en Fernández Oro. Los cuatro acusados, Maximiliano Lagos, Néstor Cau, José Jafri y Germán Antilaf, fueron declarados culpables de privación ilegítima de la libertad agravada, con una única pena posible: prisión perpetua.
Los fundamentos de la sentencia
Durante la lectura del fallo, la jueza Florencia Caruso detalló que se probó la muerte violenta de Otoño y que su cuerpo fue arrojado con peso al canal de El 30, donde fue encontrado seis meses después. “Hubo un evidente ataque contra su vida y la intención de deshacerse de la evidencia”, afirmó.
El Tribunal consideró determinante el hallazgo de rastros de los imputados y de la víctima en el nylon en el que envolvieron el cuerpo. También se dio por probado que los acusados le robaron la bicicleta a Otoño para obligarla a caminar por una zona oscura, facilitando su secuestro.
«No cabe duda de que todos son coautores de la muerte de la joven», concluyó la jueza.
Prisión preventiva y traslado a un penal
Tras conocerse el fallo, la Fiscalía y la querella pidieron la prisión preventiva para los condenados, argumentando riesgo de fuga. El Tribunal hizo lugar al pedido y ordenó el inmediato traslado de Lagos, Jafri y Cau a la espera de un cupo en el penal.
El cuarto condenado, Germán Antilaf, ya cumple otra condena en prisión.
La reacción de los condenados
Antes de ser trasladados, los acusados pidieron hablar y expresaron su desacuerdo con la sentencia.
- Maximiliano Lagos: “Soy papá soltero, tengo que cuidar a mis hijos. Es una injusticia muy grande”.
- Néstor Cau: “Si me hubiera querido fugar, no estaría acá después de 18 años”.
- José Jafri: “Soy inocente. Tengo que operarme y soy el sostén de mis hijos”.
- Germán Antilaf: “Hacen un daño muy grande”.
Un juicio con polémicas y demoras
La jornada estuvo marcada por incidentes. Cau ingresó a la sala en presunto estado de ebriedad, con un gorro tipo piluso y balbuceando, por lo que siguió la audiencia de manera virtual. Además, el fallo se retrasó debido a la ausencia de un abogado defensor.
Un cierre de ciclo para la familia de Otoño
El caso Uriarte tuvo un extenso recorrido judicial, con imputaciones, sobreseimientos y nuevas acusaciones a lo largo de 18 años. El fallo representa un hito en la búsqueda de justicia y un alivio para la familia de Otoño, que nunca dejó de luchar por la verdad.