Feria artesanal en la U11: talento tras las rejas

La Unidad de Detención 11 de Neuquén inauguró hoy la Feria Artesanal, un evento que busca visibilizar el talento y el esfuerzo de los internos. Una jornada distinta se vivió en el penal de Parque Industrial tras haberse inaugurado el espacio donde los internos exponen y venden los frutos de su trabajo. Más de una docena […]

La Unidad de Detención 11 de Neuquén inauguró hoy la Feria Artesanal, un evento que busca visibilizar el talento y el esfuerzo de los internos. Una jornada distinta se vivió en el penal de Parque Industrial tras haberse inaugurado el espacio donde los internos exponen y venden los frutos de su trabajo. Más de una docena de stands ofrecen desde panificados hasta muebles tapizados, en un evento que continuará mañana con entrada libre, de 9 a 16 horas.

El patio de la U11 se transformó en un mercado a cielo abierto, donde los internos compartieron una tarde al sol junto a sus familias y visitantes. Los productos, elaborados en los talleres del penal, incluyen desde porta celulares y lámparas hasta mesas, bancos y cuadros pintados a mano. Esta feria busca, además de generar ingresos para los participantes, mostrar a la comunidad el esfuerzo y dedicación detrás de cada obra.

El trabajo dignifica, y para muchos internos, esta actividad representa una oportunidad única. Según indicaron desde las autoridades del penal, la feria no solo es un alivio económico para los internos y sus familias, sino también una herramienta para la reinserción social. “Muchos aquí encuentran en el trabajo artesanal un propósito, y eso es fundamental para evitar la reincidencia”, señalaron.

La actividad, organizada por el Departamento de Educación, Trabajo y Salud, bajo la coordinación de la subcomisario Beatríz Fernández, destacó con más de una docena de stands donde se exhibieron los productos. Fernández, con 20 años de servicio, es reconocida por su enfoque humanitario y su convicción de que el trabajo es una herramienta clave para la reinserción social.

Desde el penal subrayaron que esta iniciativa no solo genera ingresos para las familias de los internos, sino que también fomenta el aprendizaje de oficios que pueden ser una salida laboral al recuperar la libertad. La jornada contó con la participación activa de los internos y sus familias, en un clima que combinó esperanza, dedicación y el deseo de cambio.

El toque dulce no pasó desapercibido. Uno de los stands ofreció delicias caseras como alfajores de maicena, bizcochuelos con frutos secos y budines, además de pre-pizzas listas para hornear. El taller de panificación es integrado por varios internos y uno de los más solicitados.

El clima colaboró para que la jornada fuera ideal, permitiendo que los asistentes pudieran recorrer la feria con tranquilidad y disfrutar de un día diferente en un contexto poco habitual. Los internos, más allá de las dificultades, agradecieron el apoyo de quienes se acercaron.

Mañana, la feria continuará con la participación de nuevos expositores, ofreciendo una nueva oportunidad para aquellos que deseen conocer y adquirir los trabajos realizados en la U11. La iniciativa reafirma que el arte y el esfuerzo trascienden los muros, abriendo caminos hacia un futuro más esperanzador para quienes buscan redimirse.

Esta actividad, que ya se ha convertido en una tradición anual, destaca no solo por la calidad de los productos, sino también por el mensaje que transmite: la posibilidad de cambio y superación aún en los contextos más adversos.

Desde el penal, aseguran que esta feria seguirá creciendo, sumando más talleres y opciones para que los internos puedan mostrar sus habilidades. “Esto no es solo una feria, es una muestra de que el trabajo y la educación son herramientas de transformación”, afirmó una de las autoridades.

El esfuerzo conjunto entre los internos, el personal penitenciario y la comunidad externa fue clave para que la feria pudiera desarrollarse con éxito. Los organizadores esperan que mañana la convocatoria sea aún mayor, reafirmando el valor de estas iniciativas que vinculan el arte y la rehabilitación social.

Reinserción social

Según el director de la unidad, Carlos Ruiz Díaz, esta iniciativa no solo es una fuente de ingreso para los privados de libertad y sus familias, sino también una herramienta clave para su reinserción social. “Esta actividad permite visibilizar las habilidades que desarrollan aquí, además de generar un ingreso económico que beneficia a sus familias”, explicó Ruiz Díaz. Los productos exhibidos van desde muebles hasta repostería, todos confeccionados dentro de los talleres individuales en los pabellones o en el taller principal del penal.

El acceso a estos talleres no es automático, explicó el director. Los internos deben demostrar buen comportamiento y compromiso en su participación. Esto forma parte del sistema de tratamiento penitenciario que busca no solo ocupar el tiempo, sino también fomentar el aprendizaje de oficios que puedan ser útiles una vez cumplida la condena.

Ruiz Díaz también subrayó las dificultades que enfrentan los liberados al intentar reincorporarse al mercado laboral. “El prejuicio social sigue siendo una barrera enorme, pero buscamos articular con empresas e instituciones para generar oportunidades y reducir la reincidencia”, señaló.

Además, el director agradeció el apoyo de la Jefatura de Policía, las autoridades judiciales y los organismos provinciales como la Dirección de Trabajo y Cultura, que colaboran en la realización de estas iniciativas. También destacó la labor del personal penitenciario, que acompaña el proceso de tratamiento y reinserción de los internos.

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