El allanamiento fue iniciado por la búsqueda de una motocicleta robada, cuyos autores resultaron ser un menor y un adulto. Pero al ingresar al inmueble, los oficiales encontraron una plantación de marihuana en el patio trasero, cuidadosamente oculta bajo ladrillos cerámicos. Este hallazgo desvió el rumbo de la operación, ya que además de la droga, también fueron encontradas armas y municiones, lo que eleva considerablemente la gravedad de la situación.

La presencia de municiones y armas refuerza la hipótesis de que este domicilio estaba relacionado con el narco menudeo, un fenómeno creciente en la región. El narco menudeo se refiere al tráfico y venta de pequeñas cantidades de drogas a consumidores, y se asocia con episodios de violencia extrema, debido a los enfrentamientos entre bandas rivales por el control del territorio. Este fenómeno se ha convertido en uno de los mayores desafíos para las autoridades locales.

Aunque las investigaciones continúan, la hipótesis más fuerte es que el lugar allanado podría estar vinculado al tráfico de drogas a pequeña escala, lo que incrementa la violencia en la ciudad. Casimiro Gómez, delegado territorial del área, mencionó que los vecinos ya identificaban la vivienda como un punto de venta de drogas, lo que pone de relieve el impacto negativo del narco menudeo en la comunidad. La violencia derivada de la competencia por el control del mercado de drogas puede ser impredecible y peligrosa, poniendo en riesgo tanto a los consumidores como a los vecinos.

Este tipo de comercio ilícito es muy violento, ya que las bandas que se disputan el territorio para vender las drogas suelen tener enfrentamientos armados, con consecuencias trágicas. De hecho, la presencia de armas y municiones en el allanamiento sugiere que los involucrados en este negocio no dudan en usar la violencia para proteger sus intereses.