Un intento de motín tuvo lugar ayer, alrededor de las 20, en el sector de Alcaidía de la Comisaría 12 de Neuquén, cuando un enfrentamiento entre internos desencadenó el incendio de colchones. Las autoridades lograron contener la situación, pero el incidente estuvo al borde de convertirse en un hecho grave.
El motín comenzó tras una pelea entre internos, informó a Radio 7, el movilero Rigo Castaño. Según las fuentes de Castaño, la situación se originó por una pelea entre reclusos, aunque aún no se ha determinado el motivo exacto del enfrentamiento. El personal carcelario tuvo dificultades para ingresar inicialmente y controlar el conflicto, lo que permitió que los internos comenzaran a prender fuego algunos colchones.
Debido a la situación bomberos intervino para evitar mayores daños. Ante el avance del fuego, fue necesario pedir auxilio al Cuartel Número 6 de Bomberos, quienes acudieron rápidamente al lugar para sofocar el incendio. Afortunadamente, no hubo lesionados de gravedad, y los daños materiales fueron controlados antes de que el fuego se expandiera.
Este tipo de incidentes en comisarías con sectores de Alcaidía no es un hecho aislado en Neuquén. La Comisaría 12, al igual que otras, aloja a internos que deberían estar en unidades penitenciarias provinciales, pero debido a la crisis carcelaria y la sobrepoblación, se ven forzadas a albergar más presos de los que pueden manejar. Y hace años que la sobrepoblación es un problema de fondo.
Todos saben que las condiciones de hacinamiento son un caldo de cultivo para generar conflictos y ésta no fue la excepción. Los internos, que muchas veces provienen de diferentes pabellones o con rivalidades previas, se encuentran en espacios reducidos y superpoblados, lo que favorece que surjan tensiones que pueden escalar rápidamente a situaciones violentas, como ocurrió en este caso.
Por este incidente intervinieron las fuerzas especiales para controlar el motín y evitar que la situación se agravara, actuó un equipo especial de seguridad, encargado de disuadir los disturbios dentro del penal. Esta intervención fue clave para que el motín no se convirtiera en una tragedia mayor.
Éstas crisis se han transformados en recurrentes en las comisarías neuquinas. Este no es el primer incidente de este tipo en Neuquén. En la Comisaría Tercera se produjo recientemente otro intento de motín, también relacionado con las pésimas condiciones de hacinamiento que sufren los reclusos en varias de las instalaciones policiales de la provincia.
El problema es tan profundo que necesita una solución estructural, de fondo. La situación de sobrepoblación y las malas condiciones carcelarias siguen siendo una problemática urgente en Neuquén. A pesar de los esfuerzos por controlar estos brotes de violencia, la falta de infraestructura adecuada y la creciente cantidad de presos representan un desafío cada vez mayor para las autoridades provinciales.