En un esfuerzo por visibilizar la problemática del cáncer de mama, internos de la Unidad Penitenciaria 11 han tomado la iniciativa de involucrarse en la conmemoración del mes rosa. Este grupo, que forma parte del taller de panificación, busca no solo apoyar a las mujeres que enfrentan esta enfermedad, sino también generar conciencia sobre su impacto.
La realidad dentro de las cárceles refleja, en muchos aspectos, la que vive la sociedad en general. Las experiencias compartidas y el contexto de encierro hacen que temas como el cáncer sean especialmente relevantes. Así, estos internos han decidido dar un paso al frente y utilizar su creatividad para contribuir a una causa que les toca de cerca.
El equipo de panificación está formado por internos que tienen un sueño: crear un emprendimiento que trascienda los muros de la prisión. Entre ellos se encuentran dos hermanos, quienes dedican su tiempo a mejorar sus recetas con el objetivo de poder vivir de este proyecto una vez que cumplan sus condenas.
Entre sus productos más destacados se encuentran los alfajores de maicena, así como tortas materas y ochenta golpes. A pesar de las dificultades que implica el encierro, estos internos se muestran decididos a seguir adelante. Cada visita se convierte en una oportunidad para compartir sus creaciones y ofrecer sus productos al público.
Los miércoles y sábados son jornadas especiales en la U11, ya que son días de visita donde los internos pueden vender sus productos. Esta actividad no solo les permite generar un ingreso, sino que también fortalece el vínculo con el exterior y la comunidad.
Con la llegada del mes rosa, surgió la idea de apoyar a las mujeres en su lucha contra el cáncer de mama. Así, el equipo comenzó a elaborar alfajores decorados con chocolate en tonos rosados, como símbolo de solidaridad. Esta iniciativa no solo aporta recursos, sino que también busca transmitir un mensaje de esperanza y fortaleza a quienes enfrentan esta difícil situación.
Para quienes estén interesados en adquirir estas delicias, se invita a acercarse a la Unidad Penitenciaria 11, ubicada en el camino al Mercado Central, donde podrán disfrutar de la variedad de productos elaborados con dedicación y amor por estos internos.