A un mes de la muerte de Johana Aguada, su familia y amigos se manifestaron en la Ciudad Judicial para que la investigación avance y exigir justicia. La mujer de 44 años fue hallada sin vida en circunstancias que sus familiares consideran sospechosas y apuntan a su ex pareja, el último que la vio con vida.

La hermana de Johana relató que fue ella quien encontró el cuerpo en el domicilio familiar y señaló inconsistencias en la escena. “Yo la encuentro a mi hermana colgada y la abrazo, imagínense que si una persona se cuelga está en altura, pero ella estaba tocando el suelo. Tocaba el suelo con sus piernas dobladas, o sea tenía mucho punto de apoyo, mucho pie de apoyo” explicó.

El principal señalado por la familia es Marcelo Gabriel Rodríguez, ex pareja de Johana, que fue el último en verla con vida y con quien mantenía una relación marcada por el hostigamiento, control y toxicidad.

“Él la hostigaba, le molestaba que mi hermana juegue a la pelota, la seguía, le cruzaba el auto, la puteaba. Le pedía videos para asegurarse de dónde estaba y cómo. Cuando llegaba a la casa le pedía que le mande video, le hacia videollamada para ver si era verdad que estaba con mis papás o si había llegado de trabajar” indicó Aguada.

Los familiares de Johana se basan en las cámaras de seguridad de la vivienda, que muestran a Marcelo Rodríguez retirarse del domicilio a las 1:45 AM. Sin embargo, las cámaras nunca registraron la salida de Aguada de la vivienda.

“Él sale a las 1:45 de la mañana de la casa de mis papás. Fue la última persona que la vio con vida a mi hermana. Ahora está trabajando, está en libertad, supuestamente al domingo siguiente de la muerte de mi hermana le tomaban declaración pero tampoco sabemos más nada” agregó Aguada.

La familia apunta a la falta de acción por parte de la fiscalía en la recolección de pruebas, aseguran que existen grabaciones de cámaras de seguridad que podrían aportar datos claves sobre las últimas horas de  Johana, pero el Ministerio Público Fiscal no solicitó el acceso a los registros fílmicos. «Las imágenes duran un mes y el 8 de marzo se borrarán. Nosotros conseguimos algunas, pero la justicia todavía no las pidió» denunció la hermana.

Otra pista clave  podría ser el contenido del teléfono de Aguada, que hasta el momento sigue sin ser peritado. «Ahí está todo. Si discutieron, si ella le contó a alguien lo que pasaba. Pero todavía no lo abrieron» reclamó la familia, que teme que el caso sea cerrado como un suicidio sin una investigación  en profundidad.

La hermana de la víctima también reveló que las grabaciones de seguridad muestran que, además del taxi en el que se retiró Rodríguez aquella noche, otro vehículo llegó a la casa en la madrugada. «No sabemos quién era ni qué pasó, pero es fundamental que se revisen esas imágenes antes de que desaparezcan” concluyó.