El archipiélago de Kiribati y la ciudad de Sidney en Australia se convirtieron en los primeros lugares del mundo en recibir el 2025. Kiribati, ubicado en el Pacífico Sur, dio inicio a las celebraciones cuando el reloj marcaba las 10:00 GMT del 31 de diciembre.
Kiribati, conocido por su particular huso horario, inauguró el nuevo año en la Isla de Navidad (Kiritimati), donde habitan unas 7.000 personas. Este remoto paraíso insular suele ser uno de los primeros en cruzar la línea hacia el próximo año debido a su ubicación geográfica.
En Australia, Sidney ofreció un espectáculo sin precedentes con nueve toneladas de fuegos artificiales lanzadas desde la icónica Ópera y el puente del Puerto. La bahía de Sidney, con más de un millón de espectadores, reafirmó su reputación como «la capital mundial del Año Nuevo».
Los deslumbrantes juegos de luces que iluminaron Sidney han sido una tradición destacada para marcar el inicio del año. Millones de personas alrededor del mundo siguieron el evento en vivo, consolidándolo como un espectáculo global.
Mientras tanto, otros países como la Argentina continúan la cuenta regresiva hacia el 2025, con preparativos en marcha para sus propias celebraciones, mientras siguen de cerca las festividades internacionales.
En el hemisferio occidental, las celebraciones todavía están en espera. Regiones como América del Sur y América del Norte aguardan con entusiasmo su turno para dar la bienvenida al Año Nuevo.
La diversidad de los festejos alrededor del mundo refleja la riqueza cultural y las diferentes maneras de despedir el año que termina. Desde las playas de Kiribati hasta los rascacielos de Sidney, la alegría se comparte sin fronteras.
El 2025 comienza así con muestras de unión global y deseos de prosperidad, mientras el planeta entero celebra una transición cargada de expectativas y nuevos comienzos.
