La AMIA realizó en su sede un acto en homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman al cumplirse diez años de su muerte y lamentó que su caso «es la misma impunidad» que existe en torno a los atentados contra la mutual judía y contra la Embajada de Israel sucedidos en la década de los noventa.
Encabezaron el homenaje la ex esposa de Nisman y jueza federal Sandra Arroyo Salgado; el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff; el presidente de la AMIA, Amos Linetzky; y el periodista Joaquín Morales Solá, quienes dieron los discursos.
Por otra parte, asistieron en representación del Gobierno, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Salud, Mario Lugones; como también la vocera del jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, Laura Alonso, y la fundadora de la Coalición Cívica Elisa Carrió.
También dijo presente en el edificio de la calle Pasteur del barrio de Once la madre Nisman, Sara Garfunkel, quien al inicio del acto encendió una vela.
Linetzky sostuvo que el «asesinato del fiscal es la impunidad, la misma que vivimos hace más de 30 años con la Embajada de Israel y nuestra institución». Remarcó que «la Justicia ha determinado que fue un asesinato» lo que terminó con la vida del fiscal aquel 18 de enero de 2015 y que estuvo relacionado «a su investigación de la causa AMIA».
«Sabía que su vida estaba en juego. Hay evidencias de amenazas que recibió. Por eso es importante homenajearlo», insistió el titular de la AMIA.
«La escena del crimen fue estropeada y pisoteada por casi 100 personas que intervinieron; decenas de agentes de inteligencia merodearon el edificio antes de que la noticia tomara estado público; la custodia lo dejó solo más de 12 horas. Diez años del asesinato sin respuestas, el denominador común (con los atentados de la década del noventa) es la impunidad», remarcó Linetzky.
Luego tomó la palabra Arroyo Salgado, quien sostuvo: «Su asesinato y posterior campaña de desprestigio fue de una bajeza inconmensurable. Pero no lograron enterrar su trabajo ni sus proyectos personales. Porque sus hijas, Iara y Kala, crecieron y se convirtieron en dos mujeres de bien, estudiosas, trabajadoras, amables y educadas. Crecieron sin odios, sin resentimientos, sin ánimos de venganza, sin miedos».
“Recientemente dieron una entrevista y expresaron el orgullo de ser Nisman, del legado que les dejó de luchar por lo que quieren. ”Nos enseñaste a bregar por nuestros derechos y garantías individuales y por un Poder Judicial que trabaje por la verdad», agregó.
Por último, el mensaje de la madre de las hijas de Nisman tuvo mayor tenor político cuando criticó duramente a la entonces gestión de Cristina Kirchner, y sostuvo que «el Memorándum de entendimiento con Irán no es la política exterior de un Poder Ejecutivo», porque «no puede arrogarse el conocimiento de las causas» judiciales, sino que fue «la mayor injerencia de un poder sobre otro desde el advenimiento de la democracia».
En tanto, Wolff recordó que el «posicionamiento de (Néstor) Kirchner con la causa AMIA fue diferente al de su esposa» y repudió que ya en los años de Cristina Kirchner «se armaron causas a las autoridades de la comunidad judía» y «se burlaron del fiscal Nisman».
«Cuando la entonces Presidenta dijo en un acto ´a ellos les dejamos el silencio´(en referencia a la marcha del silencio que se hizo tras cumplirse el primer año de la muerte de Nisman), diez años después le respondo: Señora, no nos callamos y la sentaremos en el banquillo de los acusados», finalizó